"Sálvame" no reflota. O, al menos, eso dicen las cifras de audiencia. Según las estadísticas de los últimos meses, el programa presentado por Jorge Javier Vázquez no ha logrado retomar el vuelo de hace años, cuando "Sálvame", además de todo un fenómeno televisivo y social era el gran rey las audiencias de la tarde.

La caída de "Sálvame" ha sido gradual. Pero pese a no haber sido un porrazo de golpe, ha sido igualmente dolorosa. Para entenderla hay que atender a distintos factores, pero sin lugar a dudas uno de los puntos fundamentales, y quizá de inflexión, está en la emisión de la docuserie "Rocío, contar la verdad para seguir viva".

La emisión de los episodios en los que Rocío Carrasco relataba los momentos más truculentos de su vida, de los que culpaba, fundamentalmente, a su exmarido, Antonio David Flores, al que además acusaba de maltrato.

Estas acusaciones generaron un auténtico seísmo en redes sociales que, por supuesto, tuvo sus réplicas a pie de calle. Hasta la ministra Irene Montoro llegó a entrar al trapo mostrando su apoyo público a Rocío Carrasco y atacando frontalmente a Flores. Pese a que no se conoce sentencia firme contra el exguardia civil por maltrato, Telecinco decidió prescindir del que hasta entonces era uno de sus colaboradores habituales de manera fulminante.

Pero lo que parecía una decisión un tanto "populista" no pareció gustar a todo el pueblo. El cese de Antonio David Flores supuso un cisma para la audiencia, que se dividió en dos: por un lado, los defensores de Rocío Carrasco -autodenominados marea fucsia, por el color del traje que lucía en la docuserie- y, por otro, los defensores de Antonio David Flores -autodenominados marea azul-.

Aquí fue donde comenzó a verse un bajón en la audiencia que, además, coincidió con el verano y con las vacaciones de Jorge Javier Vázquez. Lo que parecía un bache pasajero que se superaría con el regreso del presentador catalán, no lo fue. Las cuotas de pantalla no reflotaron y desde la dirección del programa decidieron tomar decisiones drásticas. La más sonada, prescindir de Carlota Corredera. La gallega fue la presentadora de "Rocío, contar la verdad para seguir viva" y una de sus grandes defensoras. Fue por esto, por adoptar esa postura valiente, por lo que los de la marea azul la convirtieron en una de sus principales dianas.

Este cambio tampoco funcionó. Como tampoco lo hizo la creación de un nuevo espacio presentado por Terelu y María Patiño, "Sálvame Lemon Tea", que duró lo que duró, y el nacimiento de un programa dentro del programa presentado por Belén Esteban, que tuvo que ser suspendido porque la "princesa del pueblo" se rompió una pierna en pleno directo. El suceso, del que la madrileña tardó en recuperarse más de lo esperado, sí logró dar unos días de buenas audiencias. No fueron más que un espejismo.

La crisis no paró aquí. El periódico El Mundo sacó en exclusiva una investigación policial abierta contra algunos de los pesos pesados del programa por la supuesta obtención ilegal de información privada de famosos con los que, supuestamente, les chantajeaban para "obligarles" a sentarse en el plató. Entre los afectados están incluso algunos colaboradores y tertulianos habituales del programa.

En este contexto se llegó a un nuevo verano, el que acaba de pasar, con nuevos cambios que, una vez más, no surtieron efecto.

Y así nos plantamos en octubre. Este viernes el Deluxe, otrora plato fuerte del "universo Sálvame", consiguió un millón de telespectadores, una cifra sensiblemente inferior a la de su competidor directo, "La voz", que sumó 1,4 millones. La programación de la tarde, tampoco pudo con su oponente, la telenovela turca "Tierra amarga", que tuvo 200.000 telespectadores más.

Estas cifras pueden utilizarse como resumen de lo que ocurre la amplia mayoría de los días. Por eso, en los últimos meses se viene especulando con que Telecinco pueda pensar en cancelar el programa. Por ahora, el rey del corazón, el inventor del "neoreality" aguanta en la programación de las tardes. Lo que no se sabe es hasta cuándo.