La técnica infalible para limpiar las paredes de tu casa sin dañar el gotelé

El gotelé, que tuvo su momento de esplendor en las paredes españolar, consiste en la aplicación de pintura más espesa de lo habitual que genera esta sensación de rugosidad. Aunque ahora ya no esté de moda y no sea habitual su uso, muchos hogares aun cuentan con ello. Precisamente por las gotas que sobresalen de la superficie, limpiar la suciedad requiere de mayor cuidado que una pared lisa, ya que podría dañarse y dejar zonas lisas. Primero deberás quitar el polvo pegado con un plumero. En segundo lugar, hazte con un cepillo con cerdas muy suaves y prepara una mezcla de agua con jabón neutro. Una vez lo tengas todo, aplica suavemente sobre la pared la mezcla por pequeñas zonas y frota hasta que salga la mancha. Luego, con otro cepillo, limpia solo con agua tibia y seca con un paño limpio. Si la mancha es pequeña fácil de retirar puede hacerse mucho más rápido con un paño y agua con lavavajillas.

Deshazte del gotelé por completo

Si el gotelé ya no es de tu agrado y tu deseo es eliminarlo, hay varias soluciones que puedes aplicar. Es imprescindible, antes de empezar, saber el tipo de pintura: al temple o plástica. Para saberlo, aplica un poco de agua en la pared: si la absorbe rápido, es pintura al temple.

Pintura al temple

A continuación, humedece las paredes con un rodillo y cuando se haya absorbido por completo, ráscalo con ayuda de una espátula. Una vez hayas eliminado la gran mayoría, procede a terminar de eliminar el sobrante y cubre los desperfectos con masilla. Cuando la pared esté totalmente seca, lija la superficie y aplica una mano de selladora. A partir de aquí ya solo quedará pintar.

Pintura plástica

Hazte con masilla de renovación para aplicarla por toda la superficie. Con esto conseguirás cubrir el gotelé y dejar la superficie lisa sin necesidad de arrancarlo. Una vez la pared esté lisa, pasa una lijadora para dejar un mejor acabado y ya estará lista para pintar.