Seguridad alimentaria

Alimentos ionizados, ¿hasta dónde son seguros?

Son los productos que han recibido radiaciones ionizantes para mejorar y ampliar su conservación

En España solo se puede aplicar a hierbas aromáticas, especias y condimentos

En otros países ya se aplica a frutas, verduras o carnes

Alimentos ionizados, ¿hasta dónde son seguros?

Alimentos ionizados, ¿hasta dónde son seguros? / Redacción

Mar Mato

La seguridad alimentaria es uno de los objetivos que buscan las autoridades sanitarias del mundo y Naciones Unidas. Esta última estima que cada año fallecen 420.000 personas en el mundo por ingerir alimentos en mal estado. Científicos y técnicos trabajan en laboratorios para idear o perfeccionar sistemas de conservación de los alimentos. Uno de estos es la ionización, que consiste en aplicar una leve y controlada irradiación para eliminar patógenos y alargar la vida de los alimentos. Las preguntas son múltiples. Con la ayuda de Amparo Gamero, profesora colaboradora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y Jorge Barros, catedrático de la USC y profesor de Tecnoloxía de Alimentos intentamos dar respuestas.

“La irradiación en alimentos puede realizarse con radiaciones ionizantes o también con radiaciones no ionizantes que serían, entre otras, la luz ultravioleta. No causan ionización en los componentes del alimento y se utiliza en la industria alimentaria para tratar superficialmente frutas o vegetales para destruir microorganismos a nivel superficial, para retrasar la maduración, aumentar la vida útil de los productos... En todo caso hay que adaptar el tratamiento a cada alimento. Bien utilizada es una tecnología que no presenta ningún efecto negativo”, defiende Barros.

"Intentamos evitar el desperdicio alimentario para tener un consumo más responsable"

Jorge Barros

— Catedrático de la USC

¿En qué consiste la ionización de alimentos?

Reconoce Jorge Barros que “es una tecnología que en Europa tiene todavía poca aceptación, porque al citar la ionización hablamos de rayos gamma, rayos X o electrones acelerados. Al consumidor no le suena bien. Esta radiación destruye microorganismos y retrasa el deterioro de los alimentos prolongando su vida útil. El mecanismo es la generación de iones reactivos en el propio alimento. La radiación ionizante es similar a la que se utiliza en biomedicina y que asociamos a radiactividad”.

Amparo Gamero, de la Universitat Oberta de Catalunya, amplía que "se aplican radiaciones ionizantes que pueden ser generadas de distitnas formas. Puede ser por rayos gamma que pueden ser generados por isótopos radiactivos, por electrones acelerados generados en generadores de partículas o por rayos X".

¿Quiere decir que los alimentos son radiactivos?

“No, en absoluto”, recalca el catedrático, quien añade que “la utilización de radiaciones ionizantes en Europa está muy controlada”. Para Barros, se trata de una tecnología “en principio segura” pero está autorizada “en condiciones muy estrictas”. El experto de la universidad compostelana indica que es un método “que puede ayudar a paliar un problema: el 30% de los alimentos producidos no llega a consumirse, se tira, principalmente porque caducan”.

Gamero añade que "en principio no existen riesgos para la salud demostrados por el consumo de estos alimentos pero faltan más estudios al respecto sobre los efectos a largo plazo. Nadie se va a volver radiactivo porque las dosis son muy bajos. En Francia hubo un problema con pienso de gatos pero no se supo si era por motivo de la irradiación o no".

Puesto en el mercado con frutas y verduras.

Puesto en el mercado con frutas y verduras. / / EFE

¿Para qué alimentos se utiliza en España y Europa?

El catedrático de la USC explica que en España y otros países europeos solo está autorizado para tratar “hierbas aromáticas, especias en polvo y condimentos”. En otros países se aplica sobre frutas, carnes, etc. Barros considera que queda recorrido para que poco a poco tenga más aplicación en otros alimentos en España. Gamero, por su parte, añade que en Bélgica, se permite irradiar ancas de rana congeladas, aves de corral, gambas, clara de huevo. En Francia, también ancas de rana y frutas más verduras desecadas. También indica la experta de la UOC que gran parte de los productos ionizados en España se destinan a la exportación debido al rechazo que hay en España por parte del consumidor.

Gamero añade que "en general todos los alimentos pueden ser irradiados incluso envasados; no hay problema pero sí puede haberlo con los alimentos que presentan mucha grasa porque las radiaciones ionizantes pueden favorecer la oxidación de las grasas lo que da sabor a rancio".

¿Cómo sabemos si un producto está ionizado?

Barros apunta que “los productos irradiados deben ir etiquetados como producto irradiado o tratado con radiación ionizante. Tenemos que confiar en que el etiquetado sea correcto”. ¿Cuál es el problema? Aunque el catedrático no lo señala, es también importante controlar si frutas, carnes o pescados procedentes de otros países de fuera de la UE con controles menos estrictos han sido irradiados o no. El problema radica en que no es sencillo realizar las pruebas. En el caso de las patatas o cualquier tubérculo, si hubiera sido ionizada tardaría muchísimo en germinar.

¿Dónde se aplica esta tecnología en España?

En todo el Estado solo hay dos centros autorizados por la Comisión Europea para aplicar radiaciones ionizantes a alimentos. Uno se encuentra en Cuenca y otro en Barcelona. En esta última ciudad, las instalaciones acreditadas emplean rayos gamma.

Amparo Gamero, de la Universitat Oberta de Catalunya, añade que "al utilizar isótopos radiactivos tienen que ser unas instalaciones especiales donde los isótopos están en piscinas a mucha profundidad porque el agua aísla la radiación. Son instalaciones complejas que requieren mucha seguridad pero las radiaciones que generan tienen alta capacidad de penetración en los alimentos por lo cual son más efectivas para conservar. Tiene que tener mucha seguridad porque los isótopos están continuamente emitiendo radiación".

En el caso de los electrones acelerados, "estos son menos efectivos que los anteriores pero se controla ya que puedes apagar o encender el acelerador de partículas y cuando lo apagas no hay radiación. Estas instalaciones no generan tantos problemas de seguridad. Respecto a los rayos X sí tienen alta capacidad de penetración y tienen la ventaja de que también se pueden generar en el acelerador de partículas que se puede apagar pero no son muy eficientes por lo que se utilizan poco. En las empresas españolas, no está nada arraigado porque hay mucho rechazo por parte del consumidor".

Científicos gallegos buscan nuevas técnicas de conservación de alimentos

Científicos de la Universidade de Santiago de Compostela (USC) trabajan en Farmacia, Nutrición y Ciencia de los Alimentos en proyectos para desarrollar nuevas técnicas de conservación de productos marinos. El fin, según explica el profesor Jorge Barros, es que permitan retener su calidad y aumentar su vida útil.

Por otra parte, trabajan en el ámbito de las ómicas. Respecto a estas últimas, apunta que “son técnicas moleculares que nos permiten controlar eficientemente parámetros relacionados con la calidad y seguridad de los alimentos de manera que no haya microorganismos patógenos, que en un alimento sus ingredientes coincidan con lo que indica en la etiqueta, para comprobar la calidad y autenticidad de los productos.

Jorge Barros, profesor en la USC en el área de Tecnoloxía de Alimentos, colabora también con la revista “Sustainable Food Technology” editada por la Royal Society of Chemistry en Londres. Él es el editor jefe. “En ella intentamos impulsar técnicas de conservación que permitan evitar el desperdicio alimentario para tener un consumo más responsable y tener mayor sostenibilidad en la produción de alimentos”, explica el catedrático de la Universidade de Santiago.

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