Fallece Joan Juan Riera, el maestro de Ibiza al que le tocó la rifa por enseñar en sa Cala

Familiares, amigos y muchos antiguos alumnos han despedido hoy en la iglesia de Sant Antoni, en el funeral oficiado por el obispo Vicent Ribas, también exalumno suyo, a Joan Juan Riera, don Joan, que falleció el sábado a los 85 años de edad. «Se me ha muerto el maestro». Con estas palabras, el también maestro ya jubilado Antoni Marí Rota rendía este lunes un homenaje a una persona que fue clave en su vida: «Joan Juan tiene una especial importancia en mi vida. Gracias a él tuve la posibilidad de estudiar Bachillerato y que pudiera ejercer durante tantos años de maestro. Le estaré siempre agradecido», decía Marí.

Y no es el único. Vicent Marí, de 75 años, otro exalumno de la escuela unitaria de sa Cala, también destaca la importancia que tuvo el difunto en su vida. A ambos, junto a otro grupo de jóvenes de sa Cala de los años 60, les animó y ayudó, con clases particulares, a estudiar Bachillerato. Hay que tener en cuenta que en esa época no había una carretera para llegar a sa Cala sino «un camino de carros» que «hacía imposible» desplazarse a diario a Vila para estudiar en el instituto, entonces en el claustro de la antigua sede del Ayuntamiento.

Por ello, el maestro Joan Juan preparaba con clases particulares por las tardes y la noche a los alumnos de sa Cala que querían prolongar sus estudios y no sólo eso, sino que también los acompañaba a Vila cuando tenían que examinarse. Vicent Marí recuerda un día de lluvia que, a lomos de la moto de Joan Juan (una Gimson 49), llegaron chorreando a pasar la prueba. Cuando más de un alumno tenía que recorrer los 30 kilómetros para ir al examen, el maestro les acompañaba caminando (una hora y media al menos) hasta Sant Joan o Sant Carles para coger ahí el autobús para ir a superar las pruebas en Dalt Vila, recuerda Antoni Marí, de «la colla del 47».

Antoni Marí explica en su libro ‘Escola i mestres a sa Cala’, que obtuvo el premio Baladre de 2010, la etapa del maestro en sa Cala entre 1960, cuando tenía 23 años, y 1969. Previamente había ejercido su profesión en Cataluña, desde donde le destinaron al escondido pueblo de Sant Joan, lo que para él fue como «si le tocara la rifa», según recoge Marí en su libro.

Aparte de su faceta como docente, Marí destaca la contribución de Joan Juan, que nació en Vila, junto a la del cura Josep Ribas Riera, entonces recién llegado a la parroquia, a «la transformación social del pueblo». Su integración fue tal que hasta se casó con una joven de sa Cala, Carmen, con la que tuvo tres hijos: Vicent, Joan y Yolanda.

Llevó el fútbol a sa Cala

De sa Cala marchó a Sant Antoni, donde ejerció el resto de su carrera como docente en los colegios de Vara de Rey, Can Coix y el Instituto Quartó de Portmany. También se dedicó a la política entre 1987 y 1995 como concejal de Educación, Deportes y Fiestas bajo la alcaldía de Antoni Marí Tur, Botja. En febrero de 2011 recibió el premio Portmany de Sant Antoni en reconocimiento a su trayectoria. En el instituto llevó a cabo junto a sus alumnos diversos experimentos, como la construcción de un aparato para aprovechar la energía de las olas del mar, por los que obtuvo un diploma de la Fundación García Cabrerizo.

Suscríbete para seguir leyendo