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El grueso de los presupuestos de la UIB irá a la nueva facultad

Carot celebra una inversión que permitirá encarar mejoras estructurales, crear nuevos servicios y rehabilitar «todo lo rehabilitable»

Miquel Company, Francina Armengol, Jaume Carot y Consolación Hernández, ayer en la UIB. | CAIB

El Govern dedicará el año que viene un total de 102,4 millones de euros a la Universitat de les Illes Balears, una transferencia que el rector, Jaume Carot, calificó ayer de «histórica». La cifra supone un aumento del 78% respecto a la inversión de 2015, cuando la UIB recibió 57 millones del Ejecutivo autonómico. La presidenta, Francina Armengol, explicó estas cifras ayer al Consell de Govern de la Universitat.

Carot aseguró que desde la universidad están «tremendamente felices» al recibir partidas finalistas, lo que permitirá a la UIB consolidar plantillas de profesorado y personal de administración y servicios; crear nuevos servicios y encarar mejoras estructurales, como varias inversiones en edificios (por ejemplo, se emprenderá un proceso de mejora de la eficiencia energética del Ramon Llull del campus de Palma y una reforma total del Mateu Orfila, que se financiará con 13 millones llegados del Impuesto de Turismo Sostenible).

El rector consideró que la cifra puesta sobre la mesa supone un «cambio de fase». En lo que se refiere a inversiones en edificios se da «un paso importantísimo», ya que se encara la creación del nuevo edificio para la facultad de ciencias (que podría estar previsto para finales 2024 o ya en 2025 y se ubicaría frente al Mateu Orfila, que pasaría a albergar nuevos estudios como Farmacia o Ciencias del Mar) y la rehabilitación de «todo lo rehabilitable». En materia de infraestructuras, la presidenta Armengol ha mencionado también que la transferencia de 2023 contribuirá a acelerar la futura nueva residencia de estudiantes, una necesidad acuciante en estos momentos de alquileres disparados.

Carot mencionó además que se activarán nuevos servicios para los estudiantes y el personal, como de asistencia psicológica, por ejemplo, y se reforzará con técnicos las oficinas de apoyo a la investigación. Lo que quedará pendiente y que la UIB no podrá afrontar este año será reducir la proporción de profesores asociados, que está muy por encima de lo marcado por la ley, como la Sindicatura de Cuentas recrimina cada año a la institución.

El dinero recibido también servirá para iniciar la ‘solarización’ del campus. Carot señaló que el objetivo es que en 2025 la Universidad sea autosuficiente en materia energética, algo que conseguirán gracias a la transferencia anunciada y también a una ayuda ya pactada con la conselleria de Transición Energética.

Armengol destacó también que la transferencia del Govern servirá para consolidar los estudios de Medicina y aumentar las plazas de Enfermería, algo que la presidenta ligó con el interés del Ejecutivo en paliar la falta de profesionales sanitarios en las islas.

La socialista aprovechó para recordar otras medidas del Govern que benefician a la población universitaria, como el retorno del 100% de las primeras matrículas y del 50% de las segundas (algo que los estudiantes que cumplan los requisitos de renta ya pueden solicitar) o la gratuidad del transporte público, medida que se alargará todo 2023.

También mencionó el aumento de la inversión en investigación, que crece de forma notable aunque sigue muy lejos del objetivo que fija la Ley de Ciencia para dentro de siete años. «La UIB es el templo de la investigación en las islas», indicó, recordando que el próximo año destinarán 46 millones de euros a I+D+i, casi el doble que en 2022. La presidenta subrayó que la Ley de Ciencia marca como objetivo que la inversión en este área sea el 2% del PIB en 2030 y señaló que de momento en 2023 será del 0,8% frente al 0,4% del año precedente.

El campus volverá a sufrir cortes de calefacción, «aunque no tan drásticos como el año pasado»

La Universitat de les Illes Balears volverá a sufrir este invierno cortes de calefacción, «aunque no se aplicarán de una manera tan drástica como el año pasado», aseguró ayer el rector de la UIB, Jaume Carot. «Estamos estudiando edificio a edificio y la mejor opción de climatización», indicó. Carot manifestó también que la asignación presupuestaria que el Ejecutivo destina a la UIB, 102,4 millones de euros, servirá para iniciar la ‘solarización’ del campus. Indicó que el objetivo es que en 2025 la Universitat sea autosuficiente en materia energética, algo que conseguirán gracias a la transferencia anunciada y también a una ayuda ya pactada con la conselleria de Transición Energética. Durante el curso pasado y a partir del 14 de marzo, la UIB empezó a aplicar recortes en calefacción. En concreto, se anularon todos los sistemas de climatización y solo se mantuvieron activos los imprescindibles. El coste de la factura de electricidad en la UIB, que en 2020 fue de 1.057.985,13 euros, subió en el 2021 hasta los 2.413.122,28 euros, bastante más del que se había presupuestado en base al consumo estimado. Y en 2022, con los nuevos precios de la energía, antes de los recortes la previsión era que la factura eléctrica pudiera subir hasta los 6.000.000 de euros, un 4,8% del presupuesto total de la Universidad para este año.

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