Los esperados fuegos artificiales de Sant Bartomeu volvieron por fin en la medianoche de ayer tras dos años sin poder celebrarse con motivo de la crisis sanitaria provocada por el covid 19. Miles de personas decidieron acercarse a la playa de s’Arenal y otros puntos de la bahía para contemplar este espectáculo de pólvora y color en el cielo portmanyí, como es habitual en el día grande de las fiestas de la localidad.
«Es una tradición y estamos contentos de volver a traerla, aunque normalmente es difícil que lleguen los fuegos desde la península por culpa del transporte», declaró Miguel Tur, concejal de Fiestas de Sant Antoni, horas antes del encendido de la pirotecnia.
Aunque los últimos fuegos que se hicieron en la isla fueron el día 8 de agosto, con motivo de las Festes de la Terra, y luego se apostase por un espectáculo de drones el día 15 de este mes, en la clausura de las fiestas de ses Figueretes, por el momento el Consistorio no se ha planteado optar por otros espectáculos alternativos: «Con las medidas de seguridad y las que nos piden desde las empresas es más difícil traer los fuegos, además del presupuesto... aunque no sabría decir si en Sant Antoni se optará por esta opción en un futuro», explicó Tur, quien apuntó que este espectáculo ha costado un total de 32.000 euros al Ayuntamiento.
La empresa encargada en esta ocasión para montar los fuegos fue Pirotecnia Mediterráneo, de Valencia, que se fundó en 2014 y que también organizaron el espectáculo pirotécnico para las fiestas de Sant Ciriac, el pasado 8 de agosto. Desde la empresa aseguraron que a fecha de hoy están casi superando las cifras de espectáculos en temporada.
Muchos trabajadores
El espectáculo duró alrededor de un cuarto de hora, en la que los colores y las formas iluminaron el cielo y las aguas de la bahía hasta que sonaron las tres explosiones finales y en elpuerto y la playa se escuchó una salva de aplausos, acompañada por algunas sirenas de los barcos.
El espectáculo fue montado por una decena de operarios y cuatro artificieros y entre 30 y 40 personas entre Policía Local, Protección Civil, Bomberos y otros servicios se encargaron de la seguridad. El encendido corrió a cargo del propio Tur, el alcalde de Sant Antoni, Marcos Serra, y Álex Ponce, Jefe de la Policía Local.
