Lo habitual es usar insecticidas y productos químicos para acabar con los mosquitos y evitar las molestas picaduras que provocan, pero hay quien prefiere soluciones naturales.
Y sin que sean la panacea, hay cinco plantas que pueden ayudar a mantener a los mosquitos a raya:
Citronela
De la familia de las gramíneas, la citronela es una planta oriunda de India, que puede llegar a una altura de 1,5 metros. Tiene gran capacidad de adaptación al ambiente y no requiere grandes cuidados ni condiciones muy especiales, aunque no soporta bien el exceso de humedad. El olor de la citronela enmascara otros olores que son atractivos para los insectos - tanto mosquitos como moscas o avispas - y evitan que se acerquen.
Espliego o lavanda
De la familia de las lamiáceas, es originaria del Mediterráneo occidental. De hecho, en la antigua Grecia ya se usaba con fines curativos, aromáticos y relajantes. Puede llegar a medir 60 centímetros aproximadamente y tiene una gran capacidad de adaptación puesto que se planta en lugares tan dispares como Francia, España, Bulgaria, Argentina, Japón o India. Gracias a su intenso y penetrante olor, repele polillas, pulgas, moscas y mosquitos.
Romero
Perteneciente también a la familia de las lamiáceas y nativo de la región mediterránea, la planta del romero es también, como el espliego, una vieja conocida de los antiguos griegos y romanos. Puede llegar a lograr una altura de hasta tres metros y repele los mosquitos y una amplia variedad de insectos nocivos para los cultivos.
Albahaca
Hierba aromática de la familia de las lamiáceas, es nativa de las regiones tropicales de África central y el sudeste asiático. Puede crecer entre 30 y 45 centímetros y, al igual, que pasa con la citronela, el intenso olor que desprende es el que hace de barrera natural para que moscas y mosquitos eviten acercarse a esta hierba.
Piretro
El piretro o pelitre de Dalmacia pertenece a la familia de las asteráceas y nativa de Dalmacia (Croacia). Sus flores son parecidas a las margaritas, con vistosas flores blancas, rosas o rojas, y llegan a una altura de 60 centímetros. Son muy efectivas contra una amplia gamma de insectos, entre ellos, los mosquitos, y la principal ventaja es su baja toxicidad para los animales de sangre caliente, incluyendo el hombre. Las piretrinas atacan el sistema nervioso de todos los insectos, e inhiben a las hembras de mosquitos de picar.
