El café es una de las bebidas más populares del mundo y está compuesto por cafeína, una sustancia estimulante que se encuentra de forma natural en los granos de café, las hojas de té, el chocolate, el cacao y otras plantas. Hay hasta 63 especies de plantas que contienen cafeína. Los efectos de la cafeína pueden ser tanto positivos como negativos. Averigüémoslo.

Entre los beneficios de la cafeína, por nombrar sólo algunos, están:

  • Efecto anorexígeno: beber una sustancia que contenga cafeína cuando se tiene hambre hace que se alivie el hambre. De hecho, la activación del sistema simpático adormece momentáneamente los centros hipotalámicos del hambre
  • Estimulación del sistema cardiovascular: beber una sustancia que contenga cafeína tiende a aumentar la adrenalina y, en consecuencia, el ritmo cardíaco.
  • Estimulación del sistema nervioso: la adrenalina y la noradrenalina son dos importantes neurotransmisores que excitan nuestro sistema nervioso central. Tomar una sustancia a base de cafeína ayuda a disminuir la fatiga y a aumentar los reflejos.

Es importante prestar atención a las cantidades de sustancias con cafeína que se consumen, especialmente el café. Según estudios recientes, hasta cuatro tazas de café al día no supondrían ningún riesgo. También hay que controlar el tiempo de consumo de cafeína. Según algunos estudios, el momento ideal para consumir bebidas con cafeína es entre las 9.30 y las 11.30 de la mañana, cuando los niveles de cortisol, la hormona que nos mantiene despiertos, comienzan a descender.

Antes de esta hora, cuando debido a la luz del día el cortisol está en sus niveles más altos, la cafeína no tendría ningún efecto en nuestro organismo y esto nos induciría a beber más de ella. Entre los efectos secundarios de la cafeína, los principales son:

  • Insomnio: especialmente en la segunda mitad del día, en las personas más sensibles, la cafeína puede provocar nerviosismo e insomnio
  • Taquicardia: el efecto sobre el sistema cardíaco puede ser excesivo y causar taquicardia o arritmias
  • Deshidratación: la cafeína puede disminuir la absorción de sodio, lo que provoca un aumento del volumen de orina.
  • Acidez: la cafeína estimula la producción de jugos gástricos, por lo que debe evitarse en personas con gastritis.

La cafeína, cuando se añade de forma correcta, tiene un efecto positivo en el rendimiento de los deportistas. Dosis moderadas (200-400 mg) ingeridas antes de las competiciones ayudan a mejorar la concentración y la resistencia. La cafeína también reduce la percepción del esfuerzo y aumenta la capacidad del cuerpo para quemar ácidos grasos, conservando los carbohidratos almacenados en los músculos.