Desde la primera revisión oftalmológica, recomendada en torno a los tres años, hasta alcanzar la madurez, pueden ocurrir muchas situaciones en la vida de las personas que afectan directamente a su salud oftalmológica. Desde la genética hasta la sobreexposición a la luz del sol, pasando por enfermedades como la diabetes o la hipertensión, pueden derivar en problemas de salud ocular que no siempre son perceptibles por quienes los padecen. ¿Lo mejor? Acudir periódicamente al oftalmólogo, el doctor especialista en enfermedades de la vista.

La recomendación general es llevar a los niños al oftalmólogo a los tres o cuatro años. En esa revisión, los doctores pueden detectar diversas patologías como la hipermetropía y el astigmatismo, que desarrolla el ojo vago. «El niño que las padece no desarrolla la visión en el ojo en el que tiene las dioptrías. El cerebro se acostumbra a ver con un solo ojo y se reduce mucho la visión tridimensional», explica el doctor Juan Sánchez Navés, de la Unidad de Oftalmología de la Policlínica Nuestra Señora del Rosario.

En estos casos, el niño muy rara vez se queja, ya que está acostumbrado a esa visión, y es muy difícil que los padres lo perciban sin ayuda de un profesional. «Es muy importante diagnosticar estas enfermedades lo antes posible, ya que hasta los ocho, nueve o diez años tenemos tiempo de recuperar ese ojo; más allá de ese momento se complica mucho», asegura Sánchez Navés.

Las formas de tratar el llamado ojo vago han cambiado mucho en los últimos años. Cada vez es más habitual ver niños con gafas por la calle, y el uso del parche en el ojo ya no se realiza por periodos largos de tiempo, sino en horas alternas, por lo que es más fácil de llevar para el niño.

El doble de miopes en diez años

La continua exposición a pantallas, ya sean de móvil, tableta u ordenador, obliga al ojo a realizar un sobreesfuerzo desarrolla la miopía de forma alarmante. «En la próxima década se van a multiplicar los miopes, se duplicará el número de casos. Cambiar el uso de estos dispositivos es imposible», indica Juan Sánchez Navés, quien destaca que la incidencia de esta patología es mucho mayor en personas que trabajan en oficinas.

«El ojo está acostumbrado a ver a una distancia media o larga. Cuanto más cerca fijamos la vista, más esfuerzo debe hacer y más rápidamente se desarrolla la miopía», explica el doctor, que subraya que, cuanto más avanzadas son las sociedades, más casos de miopía existen y más graves son. «En África esta enfermedad prácticamente no existe», recalca el oftalmólogo.

Otra consecuencia de la exposición durante largos periodos a pantallas es la fatiga visual. «Recomendamos siempre cambiar el enfoque cerca-lejos, parpadear mucho para evitar la sequedad del ojo, usar lubricantes y beber agua», apunta el doctor.

¿Intervención, gafas o lentillas?

La miopía, como otras enfermedades visuales, pueden corregirse mediante el uso de gafas o lentes de contacto, o bien sometiéndose a una intervención. «Cada vez esperamos más a operar las dioptrías, ya que cada vez tardan más en estabilizarse por la exposición a pantallas», indica Juan Sánchez Navés.

Las operaciones para corregir la miopía pueden ser mediante el uso del láser (se utiliza desde el año 1986 y resulta muy efectivo y seguro), o bien con la implantación de lentes intraoculares (el doctor Sánchez Navés opera desde el año 1998), para casos más complejos.

Y después, presbicia

La presbicia se desarrolla como resultado del envejecimiento normal del cristalino (la lente que tenemos dentro del ojo). Cuando éste envejece, se hace más rígido y disminuye o pierde su función de enfoque. La presbicia también puede corregirse con gafas, láser o la implantación de lentes intraoculares, como otros problemas oculares. Esta enfermedad suele aparecer entre los 38 y los 45 años, y puede evolucionar hasta los 60-62 años, cuando tiende a estabilizarse.

Precisamente en ese tramo de edad es cuando aparecen más comúnmente las cataratas, que se desarrollan cuando el cristalinopierde su transparencia. Quienes la padecen van notando una pérdida de visión progresiva e indolora, que se trata únicamente mediante cirugía.

A pesar de que lo normal es que las cataratas aparezcan a edad avanzada, en Ibiza hay una gran incidencia de cataratas en pacientes jóvenes. «En países con mucha luz, como España, la exposición al ultravioleta hace que se den casos de cataratas a edades tempranas», informa el doctor, que ha operado en los últimos dos meses a cuatro jóvenes afectados por esta patología.

«La catarata no es preocupante, ya que tenemos una solución accesible. De todos modos, hay que ser precavidos para proteger los ojos y utilizar gafas de sol, no exponerse mucho tiempo al reflejo de la luz en el mar...», comenta Sánchez Navés.

El doctor, que pertenece a la Unidad de Oftalmología de la Policlínica, recomienda realizar una visita al menos cada dos años a partir de los 45, con el fin de detectar cualquier anomalía en la vista. Y es que hay problemas, como el glaucoma (aumento de la presión del globo ocular), que no son perceptibles para quien los padece y pueden resultar muy peligrosos para la vista.

Además, el doctor subraya la importancia de realizar revisiones periódicas en personas con enfermedades como diabetes o hipertensión, que pueden producir o agravar problemas de la vista.