Diario de Ibiza

Diario de Ibiza

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Rebajas a medio gas en Ibiza

Los comercios del Eixample confían en mantener el ritmo de ventas de Navidad y Reyes

10

Rebajas a medio gas en Ibiza

Pese a que la liberalización de las rebajas acabó con las fechas preestablecidas y la duración de estas campañas de promoción, la mayoría de los comercios aún apuesta por ellas en enero para atraer a los consumidores. De hecho, los negocios que avanzaron sus ofertas la semana pasada no han notado el efecto llamada hasta después del día de los Reyes Magos.

Es el caso de Encarna Planells, de Gatzara, que empezó la campaña de rebajas de invierno el pasado 3 de enero. «La gente tiene en mente que empiezan después de Reyes, así que el impacto se ha empezado a notar ahora», explica.

Existía una lógica comercial que favoreció este periodo de rebajas en enero y que sigue siendo un atractivo para las ventas en los comercios. «Las personas que quieren cambiar un regalo cuando van a la tienda se quedan mirando las otras cosas que se encuentra de rebajas y les gusta», apunta Planells.

En Gatzara, en la confluencia de las calles Abad y la Sierra y Cataluña, la reciente campaña de Navidad ha funcionado bien. «La gente tenía la ilusión de comprarse algún vestido para ese día, ya que no habían podido salir mucho», indica Planells. «Esperemos que siga igual de bien estos días», desea.

Al contrario que en los años previos a la pandemia de covid , la pasada campaña del black friday apenas tuvo incidencia, de manera que después favoreció el ritmo de las ventas de ropa y calzado en Navidad y los Reyes Magos. Ahora queda por ver si este efecto se extenderá estas rebajas.

El histórico establecimiento La Bota, que estuvo en la Marina antes que en el Eixample, echará el cierre. Vicent Mari

Movimiento en el Eixample

En la zona del Eixample, se constata mucho más movimiento de clientes que en los fines de semana anteriores. Así y todo, el aumento constante de los positivos en coronavirus tiene en vilo a los negocios.

«Se nota que hay bastante gente confinada y es difícil hacer previsiones así. En principio, confiamos en que sean mejores que las de enero del año pasado, que fueron muy malas por las restricciones», apunta Carmen Marí, la propietaria de la tienda de calzado infantil Peuets.

"Se nota que hay bastante gente confinada y es difícil hacer previsiones así"

decoration

Marí ejerce de portavoz de la asociación de comerciantes Ibiza Centre, que engloba a establecimientos del Eixample y del Mercat Nou. Mientras que la zona comercial de Bartomeu de Roselló es la prioritaria para el sector juvenil o el puerto para los turistas, «aquí se trabaja más para la gente de Ibiza y con un perfil más familiar», detalla.

Precisamente, Marí admite que este factor afecta en las ventas en estas fechas, ya que se trata de una clientela que toma más precauciones por tener en cuenta a sus mayores. Más aún en un negocio de productos infantiles. «Ahora ha habido muchos niños contagiados porque no están vacunados, pero esperemos que ahora se aprovechen las rebajas para los que han estado confinados en Navidad», indica.

Una de las tiendas más emblemáticos de la zona, La Bota, no se encuentra en rebajas, sino de liquidación. Tras dos décadas en la calle Cataluña, y muchas más anteriormente en la Marina, el histórico negocio echará el cierre en breve.

En la tienda de zapatillas de series limitadas Ibiza Pimp, la fecha de inicio de las rebajas se mantiene en el 7 de enero. Su propietario, Vivian Laurin, valora que las ventas en los días de Reyes «han ido muy bien, mejor que en Navidad».

Pese la incertidumbre, confía en que estas rebajas darán mejores resultados que el año pasado. «Aunque ahora la gente mira más el dinero y los precios y estos productos son un capricho, las ventas se salvan porque los niños siempre quieren unas zapatillas de estas», destaca.

Calma en Bartomeu de Roselló

Contra las previsiones de la gran mayoría de compradores que se han encaminado a Bartomeu de Roselló, en la avenida reina una calma sorprendente. «No me lo esperaba tan tranquilo, y menos siendo el primer sábado de rebajas», confiesa María José Marcos.

Ella no necesita recorrer muchas tiendas porque ya tiene claro qué va a buscar. «Voy a ver si encuentro un abrigo que ya tengo visto, pero me temo que será un producto de continuidad y no esté rebajado», confiesa.

"Lo que sacan de rebajas en estas tiendas son productos de otros años y sobrantes"

decoration

María José recurre cada año a la táctica de mirar las prendas antes de Reyes y percibe que «lo que sacan de rebajas en estas tiendas son productos de otros años y sobrantes». «Siempre me encuentro con que lo que tienen en rebajas no estaba expuesto los días anteriores».

Gente de compras en Bartomeu de Roselló. Vicent Mari

Si existe lo contrario a ir de rebajas, es lo que está haciendo Laura Gracia junto a la entrada de Stradivarius. «Acabo de descambiar los regalos de Reyes y no pienso entrar porque me gasto dinero», bromea junto a dos amigas. Una de ellas, Aina Carbonell, viene a comprar una de las prendas de las que ya tiene localizadas con anterioridad en los establecimientos de esta zona. «Me pongo un límite de cien euros, pero siempre me lo acabo saltando», admite.

A Michael García también le toca esperar a su madre y su esposa en la entrada de esta tienda, cuidando de su hijo Kiel en un carrito de bebé. «Ya han pasado por Mango, Zara Kids y les quedan muchas más», se resigna.

Un páramo

La antaño zona comercial de Vila por antonomasia, la Marina, es un auténtico páramo. Las tiendas de moda abiertas son anecdóticas y las persianas bajadas, muchas de ellas con el cartel de ‘se alquila’, son la tónica habitual.

La 'calle de las farmacias' de la Marina, ayer al mediodía Vicent Mari

«Se ha quedado como la periferia del puerto. Cada vez habrá más restaurantes con las terrazas llenas en verano, pero solo limitado al turismo», se lamenta una veterana comerciante de moda que prefiere mantener el anonimato. «No quiero generar polémica».

Otras de las pocas tiendas abiertas es la de artículos de cuero de Ángel Fernández. Tras 20 años, está en liquidación por su cierre inminente. «La actividad ha caído mucho en verano», lamenta. «Siempre abría en Navidades, porque en invierno estaba muerto, pero lo han rematado desde la peatonalización de Vara de Rey, el cambio de sentido de las calles de esta zona y el Acire [area de circulación restringida]», lamenta.

Compartir el artículo

stats