Diario de Ibiza

Diario de Ibiza

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Uncle Sal buscan su sonido más añejo en ‘Darken my door’

La banda ibicenca publica un cuarto disco marcado por la pandemia, con letras más personales y un sonido que llama al rock americano de los setenta

Soulman Sal, Francis Fastfingers, Artimus Gabe y Ferran Nogués, Uncle Sal. Joan F. Ribas

Hay carreteras, viajes, alcohol, perdedores... El imaginario del rock de profunda raíz americana está en ‘Darken my door’, el nuevo disco, el cuarto en sus ocho años de vida, de la banda ibicenca Uncle Sal, que acaba de salir a la venta. Pero como reconoce su líder, Soulman Sal, este es su disco más personal, el que refleja mejor sus estados de ánimo de los últimos dos años. «Durante el confinamiento no fui capaz de escribir una línea. Estaba totalmente bloqueado. Pasé el tiempo viendo cine y series y tratando de no pensar. Pero cuando la cosa empezó a abrirse yo me desbloqueé también y entonces comenzó a surgir todo. Y me puse a escribir letras más influidas por lo que había vivido en ese tiempo, los cambios personales, la culpa, las relaciones, el amor y el desamor», explica el cantante y guitarrista.

De todas formas, piensa que eso no le ha dado una pátina más oscura al disco: «También tiene un tono optimista», alega.

Portada de ‘Darken my door’, obra de Ric Jazzbo. | Ric Jazzbo

Soulman Sal ha escrito siete de las nueve canciones del disco, al que también han aportado una el batería, Artimus Gabe, y otra la nueva incorporación a la banda, Ferran Nogués, aún así, Sal asegura que encajan perfectamente y que han creado una obra «casi conceptual sin pretenderlo».

En ‘Darken my door’, que distribuye la discográfica Milana Música, han dado una vuelta completa a su forma de trabajo, algo en lo que también ha influido el cambio de estudio, de Magrana a Can Cala de Sant Antoni, y de productor, de Joan Barbé, a autoproducirlo junto al responsable del nuevo estudio, PJ González.

«En los discos anteriores había toda una labor de rodaje previo de las canciones, en ensayos y en conciertos, y entrábamos en el estudio a full y lo grabábamos de un tirón. Ahora nos lo hemos tomado con más calma, también por las circunstancias. La grabación se ha alargado varios meses. Íbamos al estudio cuando podíamos, por las limitaciones del covid, o cuando nos apetecía. Algunas canciones ni siquiera las habían escuchado los demás, y las fuimos puliendo directamente en el estudio y las hemos ido llevando a donde queríamos».

Sonido más crudo

Lo que tenían claro es que buscaban un sonido diferente al de sus anteriores entregas, «más crudo, más antiguo, más clásico... Hasta con las imperfecciones que forman parte de este tipo de música», resume Sal. El resultado es una colección de canciones de sabor añejo, como envejecidas en barrica de roble y con un gusto claramente setentero. La amalgama que conforma lo que se ha llamado Americana, del rock clásico al blues, el country o el folk, está presente, con algún brillo soul y góspel que han aportado los coros.

«Para nosotros era un reto hacer un disco sin Joan Barbé, que te garantiza un resultado perfecto, pero queríamos delegar menos, aprovechar esa experiencia y, en cierto modo, sentir que nos hemos hecho mayores, emanciparnos...», dice Sal.

Durante el confinamiento no fui capaz de escribir una línea. Estaba totalmente bloqueado. Pero cuando la cosa empezó a abrirse yo me desbloqueé también

decoration

También ha tenido que ver el cambio en la formación, con el relevo de Rock’n’Roll Banker, que dejó la banda hace unos meses por motivos personales, por el guitarrista Ferran Nogués, con el que Soulman Sal ya colaboraba en otros proyectos como The Lost Starlings. «El cambio se produjo justo cuando empezábamos a grabar y necesitábamos a alguien que pudiera aportar a la banda de manera inmediata. Ferran era seguidor nuestro, conocía las canciones y no le ha costado nada adaptarse. Además es un músico muy versátil y creo que ha contribuido en la evolución del sonido de la banda».

Junto a Nogués, Soulman Sal, Artimus Gabe y Francis Fastfingers, con el bajo y unos teclados más presentes que nunca en ‘Darken my door’, en el disco han colaborado músicos como el propio Joan Barbé, Rob Davidson, Salvatore Licitra, PJ González y los maños (ex Kleejos Band) Guille Mata y Coco Kin. También el diseñador gráfico y dj Ric Jazzbo, que se ha encargado de nuevo del arte del disco, y el omnipresente fotógrafo Joan F. Ribas, que son el quinto y sexto 'unclesal'.

Presentación oficiosa en Cañas’n’Roll

El concierto del pasado sábado en Sant Josep, en el marco del ciclo Cañas’n’Roll junto a Corizonas, fue casi una presentación oficiosa de ‘Darken My Door’, en la que los miembros de Uncle Sal tocaron por primera vez buena parte del disco. Soulman Sal destaca el «buen ambiente» que se vive últimamente en los conciertos. «Se ve que la gente tiene ganas», dice. En los próximos meses, de la mano de Milana Música, quieren hacer varias presentaciones en la península. De momento tienen fechas en febrero en Madrid y Valladolid y visitarán también el País Vasco y Galicia.

Compartir el artículo

stats