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La pandemia aumentó los problemas de depresión y estrés en las mujeres

El 13% de las mujeres entrevistadas por un estudio de la UIB asegura que sufrió depresión durante el confinamiento | Confinarse con el agresor y perder el trabajo frenan las denuncias por violencia de género

Una víctima de violencia de género mira a través de la ventana de su casa.

El 13% de las mujeres en Balears sufrió depresión durante el confinamiento, un porcentaje que aumenta hasta el 23,3% en el caso de mujeres migrantes. Estos datos están recogidos en el informe Impactos desiguales de la pandemia en la vida de las mujeres de las islas, elaborado por el Observatori Social de Balears de la UIB.

El informe presentado ayer en la UIB parte de una encuesta realizada a 2.382 mujeres. También se han realizado entrevistas semiestructuradas y otras en profundidad a mujeres vulnerabilizadas, además de un grupo de discusión con las asociaciones de profesionales.

De todo este material, se ha podido perfilar qué segmento de población femenina ha padecido más las consecuencias de la covid. «El perfil es mujer migrante, con condiciones de trabajo precarias, que conviven con niños, y están solas, sin apoyo familiar», señala Isabel Nadal. «Detectamos que la mayoría de estas mujeres viven en Palma», añade Caterina Thomàs. «Muchas de ellas viven con un familiar, han padecido desahucios silenciosos, es decir, mudanzas frecuentes por subidas del alquiler, y presentan problemas de reagrupación familiar porque son mujeres que cuidan a sus hijos aquí y también se ocupan de sus familiares de sus países de origen», apuntan. La soledad es el sentimiento que predomina en este perfil de mujeres, «están muy aisladas, sólo tienen una o dos personas que las ayudan», añaden.

Violencia institucional

El retrato de estas mujeres lo completan con más circunstancias adversas: «la violencia institucional» que muchas de ellas padecen a partir de la ley de extranjería y de su regularización, «y después los problemas que se les presentan para acceder a servicios y prestaciones públicas». Gran parte de estas mujeres migrantes muy afectadas por la pandemia vienen con un título de su país, «pero no pueden pagar la homologación, que asciende a 4.000 euros». «Y muchas de ellas no han conseguido el Ingreso Mínimo Vital porque les miraban los ingresos de 2019», apostillan las investigadoras.

13% sufrió depresión Más trabajos de cuidados para las mujeres El 60,5% afirma que estuvo inquieta y el 48,7% sufrió estrés. El 71% aseguró percibir un aumento de la violencia machista.

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En el ámbito laboral, más mujeres que hombres se han visto afectadas por los ERTE. Según recoge el estudio, el 32,5% de las mujeres de las islas se acogieron a esta medida en julio de 2020, un porcentaje que se redujo al 10% el mismo mes de este año.

Por otra lado, la mitad de las mujeres encuestadas afirma que su dedicación a las labores del hogar aumentó durante el confinamiento. Esto refleja que la pandemia produjo una refamiliarización del trabajo de cuidados, es decir, muchos de ellos no pudieron externalizarse, hecho que se tradujo en una mayor desigualdad entre hombres y mujeres.

Los problemas mentales y la presión emocional han tenido una incidencia especial en mujeres migrantes

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Dificultad para denunciar

Otro aspecto que analiza este Observatorio es sobre la violencia de género y las denuncias que se recibieron en ese periodo de tiempo. Así, durante el estado de alarma, las mujeres padecieron dificultades para denunciar a sus agresores, especialmente en los meses de confinamiento, pese a que la actividad judicial permaneció abierta.

En total, en Balears, en 2020, 82 denuncias fueron interpuestas por la víctima directamente, una cifra que sólo ascendió a seis en el segundo trimestre, trece menos que en el mismo periodo del año anterior. En cuanto a las denuncias interpuestas, ya sea por parte de la víctima directa, por intervención directa de la policía o por la atención policial con la denuncia de familiares, hasta junio de 2021 se han contabilizado en Balears 1.147 denuncias, un número muy alejado del que se registró en años anteriores.

Violencia de género

Las agentes de igualdad y las asociaciones entrevistadas por el equipo al frente del estudio, formado por Caterina Thomàs, Isabel Nadal, Maria Gómez y David Abril, afirman que «la pandemia ha visto un aumento de la violencia de género», sin olvidar que el confinamiento supuso un problema para algunas mujeres con hijos e hijas en custodia compartida, «ya que fue un momento en que muchos horarios pactados entre padres y madres se incumplieron». Todas estas agentes subrayan la importancia de tener en cuenta que «el miedo por la convivencia con los maltratadores y muy especialmente la pérdida de autonomía económica condicionan las posibilidades de denuncia por parte de las víctimas».

El confinamiento dificultó que muchas mujeres pudieran denunciar situaciones de violencia de género

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Sobre esta cuestión, cabe señalar que el 7 1% de mujeres encuestadas para el informe de la UIB percibió un aumento de la violencia machista durante la pandemia. El 14,3% reconoció conocer a mujeres que habían padecido este tipo de violencia durante el confinamiento. Por otra parte, son las mujeres jóvenes, entre 18 y 34 años, las que más han declarado reconocer mujeres maltratadas durante el confinamiento.

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