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ANTONI CAÑETE | PRESIDENTE DE LA PIME DE CATALUÑA Y LA PLATAFORMA CONTRA LA MOROSIDAD

Antoni Cañete: «Ibiza y Formentera pueden ser líderes mundiales de la nueva economía»

El presidente de Pime de Cataluña sostiene que la crisis sanitaria ha cambiado los valores y que Ibiza y Formentera tienen «un potencial extraordinario» para atraer a personas de todo el mundo que trabajen a distancia

Antoni Cañete, durante su intervención en la gala de la Pimeef del pasado jueves.

El presidente de la Petita i Mitjana Empresa de Catalunya (Pimec), Antoni Cañete, también presidente de la plataforma multisectorial contra la morosidad, pasa unos días de desconexión en Ibiza tras participar el pasado jueves en el acto anual de entrega de premios de la Pimeef, organización que considera «hermana» y con la que comparten, a través de PIME Balears, la vicepresidencia de la patronal europea de las pymes (SME United).

«Las Pitiusas pueden ser líderes mundiales de la nueva economía»

Precisamente, Cañete lamenta que a estas alturas, en España las pequeñas y medianas empresas no tienen representación en lo que denomina los puestos de mando. Ahora se ha dado un paso adelante con la constitución de Conpymes. «El día que se siente en una mesa a nivel nacional, España habrá cerrado una parte de su transición», subraya Cañete, que destaca «el extraordinario» trabajo que desempeña la Pimeef «en formación y defensa de los intereses de las empresas pitiusas». «No hay suficiente consciencia de su esfuerzo y dedicación», afirma.

P. ¿Cuándo cree que se producirá la recuperación plena de la economía tras la crisis sanitaria?

R. Creo que en 2022 viviremos, como en 2021, con algunos altibajos y con las presiones por las subidas de precios y la falta de suministros, pero se ajustará. Seguramente llegaremos a 2023 con una velocidad de crucero de la nueva economía.

P. ¿Qué nueva economía?

R. El covid ha cambiado muchas cosas, entre ellas los valores, como el de vivir en un lugar u otro. No es lo mismo, con lo que ha sucedido, vivir en un piso de 70 metros cuadrados en la ciudad que en una casa en una isla. La transformación digital ha avanzado diez años. Antes del covid era impensable el teletrabajo, y ahora es incuestionable. Cambiarán conductas y habrá gente que trabajará en París, pero podrá vivir en otra parte del mundo, lo cual genera oportunidades para lugares tan especiales como Ibiza o Formentera. Potenciar sus ventajas puede situar a estas islas en una posición de liderazgo mundial en esta cuestión, no sólo vacacional. Si las Pitiusas deciden apostar por este potencial, ¿qué debe cambiar para aprovecharlo? Se han de tomar decisiones legislativas y estructurales. Por ejemplo, tener escuelas de calidad, con idiomas y la posibilidad de homologar la formación en otros países. También hay que tener la mejor conectividad posible y los mejores servicios sanitarios. Si se tienen en cuenta estos factores, sobre todo el de la formación, que es transversal, el potencial de esta isla es extraordinario.

P. ¿Cree que el próximo verano las discotecas podrán tener una actividad con plena normalidad, como antes del covid?

R. Si realmente hacemos bien las cosas y no se produce ninguna variante que quiebre la tecnología con la que ahora se combate esta situación [las vacunas], creo que el año que viene podremos vivir un año extraordinario. Hay dos factores fundamentales que generan impacto: se ha producido una capacidad de ahorro en las familias como no había habido anteriormente y, además, hay una necesidad de ocio.

P. Las pymes se quejaron de que en primavera en Ibiza hubo restricciones más duras, a costa de los pequeños empresarios que trabajan todo el año, para llegar en las mejores condiciones posibles al inicio de la temporada. ¿Considera acertada esta estrategia del Govern balear?

R. Pienso que nos hemos equivocado al situarlo en posturas extremas y no ser capaces de ver que se pueden hacer las cosas a través del diálogo y el consenso. Decir que lo cerramos todo o lo abrimos todo son posturas extremas equivocadas. Siempre hemos dicho que se debe garantizar la seguridad de las personas, pero paralelamente también es trascendente no cerrar la actividad económica. A diferencia de las grandes empresas con músculo financiero, si no se da oxígeno a las pymes se está matando a la gallina de los huevos de oro. La tecnología, es decir, que haya vacunas, test de antígenos y PCR, da cada vez más oportunidades para que seguridad y actividad sean compatibles.

P. ¿La exigencia de la vacunación para acceder a las discotecas debería extenderse a otros sectores, como en Francia?

R. Mantener la seguridad en un ámbito colectivo es la mejor inversión de presente y futuro. Tenemos el caso concreto de lo que sucedió en Mallorca, de cómo afectó a la comunidad la llegada de grupos de jóvenes [de viajes de fin de curso que se transmitieron el virus en conciertos multitudinarios], con un coste para la seguridad, el turismo y el prestigio.

P. ¿Pimec ha propuesto la suspensión de sueldo de los trabajadores que rehúsen vacunarse?

R. No es así, y me explico. Nadie cuestiona ningún derecho individual. No planteamos que sea obligatorio vacunarse, pero en un ámbito colectivo como un lugar de trabajo, hay que garantizar la salud de todos los trabajadores. Si no se toman medidas para que no se produzcan accidentes laborales, y la transmisión del virus lo es, los empresarios se enfrentan a acciones penales porque son responsables de ello. No obligamos a que los trabajadores se vacunen, sino que, en el caso de que no lo hagan, proponemos que presenten un test de antígenos o PCR, como hacen casi todos los países de Europa de una u otra forma menos Inglaterra y España.

P. ¿Qué acogida ha tenido esta propuesta en la Generalitat?

R. No ha habido un rechazo por parte de la Generalitat pero considera que en este momento hay un nivel de vacunación muy alto y no se produce una transmisión del virus que obligue a adoptar medidas adicionales. Se ha hecho una encuesta y más del 63% de las personas consultadas, sin haberlo explicado bien, está a favor de este planteamiento; y estoy seguro de que con una buena explicación se superaría el 80%.

P. Las autoridades sanitarias sostienen que se ha llegado a un techo y que difícilmente las personas que aún no se han vacunado vayan a hacerlo.

R. En Cataluña hay 350.000 trabajadores sin vacunar.

P. ¿Qué estrategia se debería seguir para intentar revertirlo?

R. Clarisimamente: la de los incentivos. Hay que dar incentivos para que la gente tenga interés en algo. No hay otra. Si no me quiero vacunar y cada dos o tres días tengo que presentar en mi trabajo un PCR o test de antígenos… esto es incómodo y costoso. Hay un incentivo para el que sí se ha vacunado. Italia ha conseguido que haya aumentado un 30-40% la vacunación en personas que no querían hacerlo, y no ha obligado a nadie a hacerlo.

P. ¿Qué desenlace ve usted a la histórica escalada del precio de la luz?

R. Es muy preocupante. La energía es una parte muy importante de los costes de las empresas. Nos dicen que la electricidad en España es de las más caras de Europa, pero cuando se desgrana, se ve que el coste es aún mucho más alto para las pymes, que pagamos más del doble que en muchos países europeos. Y esto pasa porque no estamos representados en el puente de mando, donde se toman las decisiones. Hay algunos, pocos, con mucho poder y fuerza que son capaces de configurar un mercado que provoca que nuestra energía sea más cara. Lo que ha hecho Europa con las vacunas demuestra que cuando se actúa en conjunto tenemos más capacidad de hacer las cosas bien. Habría que hacer lo mismo con la política energética, que no sólo esta condicionando costes sino también los suministros.

P. El problema más grave que afecta a Ibiza es el de la vivienda que también dificulta a las empresas la contratación de personal. ¿Considera acertada la limitación de precio del alquiler de los grandes tenedores en zonas tensionadas como Ibiza como prevé la ley de vivienda?

R. Este asunto me preocupa mucho. Todas las políticas de regulación tienen unos condicionantes porque el mercado, al final, tiene sus reglas del juego. Se puede hacer una acción, pero no condicionar el mercado, salvo que haya una cuestión subsidiaria. Es decir, las administraciones deben garantizar la sanidad, la educación y, a lo mejor, la vivienda...

P. Es un derecho constitucional.

R. Sí, totalmente de acuerdo. Hay unas reglas del mercado que no se pueden alterar porque, al final, el inversor toma decisiones en función de la rentabilidad. Si deja de serlo, el inversor deja de construir y no se puede cubrir la demanda. Se puede lograr un efecto para dar una solución a corto plazo, pero se afecta al largo. Vuelvo a referirme al equilibrio. Hay un problema de vivienda, que es un derecho fundamental y, como consecuencia, hay que hacer una política clara de viviendas sociales que garantice el acceso y regule el precio. ¿Por que están tan presionados los precios en Ibiza? Porque no se hace una política de 360 grados y hay una demanda muy importante y poca oferta, lo cual provoca una inflación extraordinaria del precio, con un efecto demoledor. Hay que tener estrategias de 360 grados, no de corto plazo, populistas ni extremistas.

P. Uno de los caballos de batalla de la Pimeef desde hace años es el del sobrecoste de la insularidad. ¿Entiende la resistencia desde hace años del Estado a compensar a las islas?

R. Es un error y que de forma tranquila pero valiente se debe afrontar. El 99,9% de las empresas de Ibiza y Formentera son pymes que dan trabajo al 90% de los trabajadores y que aportan más del 80% del PIB. En las pymes y los autónomos se halla el motor de nuestra economía y que estos no estén en el puente de mando supone una anomalía que no es buena. Si el que legisla no piensa con el pequeño para darle condiciones para que se convierta en grande, provoca que nos empequeñezcamos como país. Hay un sentimiento en las islas de pequeño frente a las grandes ciudades de la Península, donde todo tiene otra dimensión y no hay una conciencia de las dificultades que supone, por ejemplo, cursar una carrera. Hay que poner un efecto corrector. Si a un territorio que tiene potencial provocas que decrezca, decrecerá el conjunto.

P. ¿Desde fuera también tiene la visión de que Balears son unas islas ricas que no necesitan que se compense su insularidad?

R. No, tengo la sensación de que tienen un potencial extraordinario. La realidad de las islas es que hay mucha cosas por hacer.

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