Los alumnos de primero y segundo de ESO del colegio Santíssima Trinitat de Sant Antoni no se quisieron ayer perder la trencada de Tots Sants que el ayuntamiento del municipio organizó en el Mercat de sa Cooperativa. Aparecieron en tropel, poco después de que diera inicio la actividad, buena parte de ellos ataviados como si fueran a una fiesta de Halloween. Demonios, zombis, brujas, doctores ensangrentados y otros seres terroríficos se arremolinaron en torno a una mesa llena de almendras, nueces y cacahuetes listos para inaugurar la trencada. Recibió a la comitiva, integrada por algo más de 40 estudiantes, el primer teniente de alcalde y concejal de Comercio de Sant Antoni, Joan Torres, y Vicent Marí Palermet, divulgador de la cultura ibicenca, que se encargó de explicarles cómo se celebraba tradicionalmente el 1 de noviembre en la isla. Tots Sants, les empezó contando, era una fiesta que hacía en casa para rememorar a los seres queridos difuntos de la familia. A mediodía se comía frita de porcella y por la noche se cenaban los frutos secos de la trencada y también granadas. Se consumían tanto productos cosechados en la isla como de importación. Había almendras, piñones, bellotas, nueces, cacahuetes y avellanas. «Aunque hoy en día nos parezca una comida muy de ir por casa y barata, los frutos secos entonces eran muy caros. El coste de cinco kilos de almendras hace 70 años equivalía a un jornal de trabajo», les puso como ejemplo para que los jóvenes entendieran el esfuerzo económico que hacían las familias ibicencas para esta fiesta.
Tras cenar estos frutos secos, los que sobraban y las cáscaras se dejaban sobre la mesa y la luz se mantenía encendida para que las almas de los seres queridos fallecidos pudieran celebrar su fiesta particular como lo habían hecho antes los vivos.
En aquella época, «hace uno cincuenta años», lo de comer panellets solo se llevaba en Vila, según aclaró Palermet.
Truco o trato a la ibicenca
En los últimos años entre los niños de Ibiza se ha puesto de moda recorrer disfrazados las casas del vecindario pidiendo dulces. Esta costumbre típica de Halloween se practicaba hace muchos años en la ciudad de Ibiza, según escribió el archivero, religioso y escritor Isidor Macabich. Lo contaron ayer a los alumnos Palermet y Lucía Ribas, coordinadora de las áreas que lleva Joan Torres en Sant Antoni: «Antiguamente el día de Tots Sants era costumbre entre los niños de Vila ir de casa en casa preguntando a sus ocupantes si tenían algo para las ánimas. Les solían dar, por ejemplo, un puñado de frutos secos. En caso de no querer ofrecerles nada lo que se decía era: ‘Ni mancos pes cossos’. A lo que los niños más traviesos y atrevidos replicaban: 'Idò ‘Déu us faga el cul a trossos’».
Tras esta breve clase sobre costumbres populares de Tots Sants, Joan Torres y Palermet invitaron a los estudiantes del colegio Santíssima Trinitat a proceder con la trencada. Con un taco de madera comenzaron a golpear con energía los frutos secos mientras Torres les explicaba cómo romper las cáscaras de las almendras sin destrozarse un dedo.
Para la mayoría de los estudiantes esta tradición no era novedosa. «Desde pequeños hacen trencades simbólicas en el colegio. Aunque en ese caso los frutos secos las traen ellos mismos», señaló María José Martín, profesora de Geografía e Historia, que se había ataviado para la ocasión con un tocado de flores. «Es un guiño a Frida Kahlo, aunque algunos piensan que voy disfrazada de la Catrina de ‘Coco’», comentó con una sonrisa.
Fanes de la tradición
No es la primera vez que el viernes previo al día de Todos los Santos los alumnos y los profesores de este colegio de Sant Antoni se disfrazan. «El curso pasado, cuando las clases eran semipresenciales, ya les dejamos ir disfrazados para tenerlos un poco entretenidos», explicó esta docente.
Angad Singh, alumno de primero de ESO, disfrutó mucho la actividad de ayer. «Me encantan los frutos secos y que se mantengan las tradiciones», afirmó este leridano de doce años que prefiere la trencada de Tots Sants a las celebración de Halloween, de la que lo que más le gusta «son los disfraces». El que escogió Angad para ayer fue el de vampiro. Valeria Cordero Orte, que adornó su rostro con el dibujo de una araña, también se declaró amante de los frutos secos y del estilo tradicional ibicenco para celebrar Tots Sants. Junto a ella estaba su amiga Estefanía Moyano Borovikova, disfrazada de bruja, que comentó que para celebrar Tots Sants probablemente el día 31 pase la noche en casa de Valeria viendo películas de terror.
Tras la visita de los jóvenes estudiantes, algunos clientes del Mercat de sa Cooperativa participaron también en la trencada y aprovecharon para comprar productos típicos de esta época como granadas, boniatos, almendras y panellets.
«Con esta actividad, además de divulgar las tradiciones populares de Tots Sants, lo que hacemos es promocionar este mercado y los productos de km 0», señaló el concejal de Comercio, recordando que este punto de venta está abierto al público todos los viernes de 9 a 14 horas en la explanada ubicada junto a la Cooperativa Agrícola de Sant Antoni.
«Poco a poco en el municipio hemos empezado a retomar la actividad. La semana pasada celebramos la Fira d’Estocs y próximamente haremos la feria de segunda mano», adelantó Torres.
