Once de los migrantes que el pasado lunes fueron rescatados en aguas de Cabrera, después de que tres de sus compañeros desaparecieran en el mar, y posiblemente se ahogaran cuando intentaban llegar nadando a la costa, después de superar una complicada travesía desde Argelia, han salido de Mallorca. A primera hora de la tarde han embarcado todos juntos en un buque que les ha llevado a Barcelona. Una vez en su destino serán atendidos por voluntarios de Cruz Roja. No hay intención de que sigan detenidos, sino que pueden irse donde quieran y cuando quieran de la ciudad y buscar otro destino.
Los migrantes han pasado los dos últimos días atendidos en la Jefatura de Policía, salvo dos de ellos que han tenido que estar hospitalizados, aunque ayer se les dio el alta médica.
Fueron puestos en libertad tras ser puestos a disposición judicial. A media mañana de hoy han salido todos juntos por la rampa del edificio policial y de inmediato han subido a una furgoneta y a un coche de la Cruz Roja. Después se les ha trasladado hasta el muelle de Palma, donde se les ha proporcionado un billete para poder embarcar en el buque de pasajeros que les ha trasladado a Barcelona.
Todos ellos vestían ropas nuevas. También se les ha proporcionado un bocadillo y una botella de agua para que lo consumieran durante el viaje. En el muelle han podido por primera vez conectar sus teléfonos móviles y han aprovechado para comunicar con sus familias. Muy pocos han querido realizar manifestaciones y los que han hablado, apenas han dicho nada, salvo que estaban muy contentos de poder viajar a Barcelona.
Mientras los once migrantes embarcaban hacia su nuevo destino, hoy ha continuado la búsqueda de los tripulantes de la patera que desaparecieron cuando estaban navegando por aguas de Cabrera.
