Una instalación «misteriosa» en la torre del Far de ses Coves Blanques de Sant Antoni, a la que hay que acceder de uno en uno, da la clave de la doble exposición que Pedro M. Asensio inaugura mañana jueves a las 20 horas en el citado espacio y el viernes también a las 20 horas en Sa Nostra Sala de Vila. «Es una reflexión sobre la figura del farero, en un momento en el que todos somos un poco fareros. Es un homenaje a la cultura, porque nos hace las cosas más interesantes, nos convierte en mejores personas y nos salva de la realidad que nos rodea», afirma el artista, que ha creado la mayor parte de las piezas que se exponen durante el periodo del confinamiento. «En esta época todos hemos aprovechado para leer, para ver cine, para escuchar música... nos hemos agarrado a la cultura como a una tabla de salvación. Nos ha servido de bálsamo y nos ha hecho recapacitar y espero que sirva para que tomemos conciencia de la importancia que tiene la cultura para nuestras vidas», expresa.
La doble muestra, que lleva por título ‘Punto de fuga’, atiende también a la doble vertiente de Asensio como artista. En ella expone 26 cuadros de gran formato y siete instalaciones, seis en Sa Nostra Sala, además de la citada en el faro sin linterna de Portmany.
Los cuadros son construcciones geométricas en la línea de su obra de los últimos años, pero en los que ha querido ir «más allá», según afirma. Sobre todo en una serie titulada ‘Sefirot’, que bebe de la «infinidad cabalística» y de la lectura de Umberto Eco. «Son cuadros de una gran pureza formal y de una enorme complejidad técnica», explica. Las construcciones tienden hacia el infinito, hacia lo que hay detrás, para lo que Asensio se refugia en una cita de Chillida: «El horizonte es la patria de todos los hombres».
Otra cita, en este caso del padre del constructivismo ruso, Aleksandr Ródchenko, que recibe al espectador en Sa Nostra Sala, da otra clave sobre la forma de acercarse a las piezas: «Debemos evolucionar nuestra percepción óptica. Debemos quitar el velo de nuestros ojos».
En las estructuras de los cuadros los colores se meten en otros colores en busca de «otras vibraciones, otras energías, otras situaciones... Son estructuras complejas que dan una vibración más intensa», afirma.
Asensio cita al constructivismo, el cinetismo o el espacialismo como constantes en su obra pictórica, que beben de las influencias ya clásicas de Newman, Rothko o Motherwell, el conceptualismo de Manzoni, contemporáneos como el irlandés Sean Scully, o toda una generación de artistas españoles, de Sempere y Zóbel a Yturralde.
Por otro lado, las instalaciones completan el interés del artista: «Son dos cosas diferentes, pero ambas configuran mi propio mundo. Las instalaciones son cosas más concretas y los cuadros más abstractos, más ópticos», resume. Son obras delicadas en las que Asensio expresa su pasión por la arquitectura y por lo que le rodea.
‘Punto de fuga’ ha sido presentada hoy en sa Nostra Sala por la consellera insular de Cultura, Sara Ramon, la concejala de Cultura de Sant Antoni, Maria Ramon, el director insular de Cultura, Miquel Costa y la directora del Arxiu d’Imatge i So del Consell, Lina Sansano.
«Se trata de una exposición fantástica, en la que también colabora el Ayuntamiento de Sant Antoni, que nos permite conocer el trabajo más reciente de un artista que trabaja magistralmente con las líneas, las formas y los colores creando mundos que parecen de otra dimensión», ha asegurado la consellera de Cultura.
