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«Parece que nos quieren rematar con la factura de la luz»

Comerciantes de Sant Jordi denuncian indignados que muchos no podrán asumir la subida de la electricidad, que ayer alcanzó un máximo histórico: su precio triplicó el de hace un año

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«Parece que nos quieren rematar con la factura de la luz» Zowy Voeten

El precio de la luz volvió a alcanzar ayer su máximo histórico, casi triplicó el registrado hace un año y superó todos los niveles del mes de julio. Algunos comercios de Sant Jordi critican esta gran subida. «Que nos incrementen algo tan importante como la luz, teniendo en cuenta el año que llevamos, es muy fuerte. Y más en verano, que es cuando más electricidad necesitamos», explicó Sandra Fernández, de la Pastelería Valencia.

Pepita, dueña de un colmado centenario en Sant Jordi. | Z. W.

Muchos de los comercios del pueblo se quejaron ayer de que es imposible bajar el consumo de luz con el calor. «Al trabajar con pasteles no podemos apagar las neveras en ningún momento porque los productos se estropearían, no podemos compensar el gasto», explica Fernández. Otro de los comercios que está notando este gran incremento de la luz son las peluquerías. «Trabajamos todo el rato con electricidad. El problema es que con todo el calor que generamos con los secadores y planchas, no podemos apagar ni bajar el aire acondicionado. El mes pasado doblé la factura de la luz respecto al año anterior, al principio pensaba que había un error», lamentó Esther Fernández, dueña de Analei Peluquería.

Can Sala, otro bar afectado por la subida de la luz. | ZOWY VOETEN

La Tienda Can Bellotera es un colmado con más de cien años de historia. Pepita, su actual dueña y nieta de los fundadores, también expresó ayer su indignación por las subidas de la luz. «Últimamente no quiero ni mirar las facturas. Justo han subido la luz cuando peor estamos. Estábamos ya hundidos a causa de la pandemia, ahora parece que nos quieren rematar», expresó Pepita. Uno de los clientes de la tienda, Francisco Micol, también quiso opinar al respecto. «No podemos hacer nada más que resignarnos y pagar las facturas. Las pequeñas y medianas empresas no tienen escapatoria con estos precios. Solo sobrevivirán las grandes infraestructuras», explicó Micol.

José Guasch, dueño del bar y restaurante Can Sala, explicó que en su caso se están replanteando poner placas solares en el negocio. «El problema es que casi no tenemos ayudas, nosotros por suerte estamos trabajando mucho, pero hay negocios a los que se les está haciendo muy complicado subsistir», lamentó Guasch. Esther Fernández, de la peluquería Analei, también pidió más ayudas. «Durante el confinamiento las peluquerías fuimos consideradas como un servicio esencial. Pero no nos están ayudado», explicó Esther Fernández argumentando que si siguen llegando estas facturas no podrán mantenerse: «En mi caso, estoy asumiendo personalmente el precio de estas facturas, es lo que hacemos la mayoría de comercios. Pero no podemos seguir perdiendo dinero, no todos podemos asumir estos precios».

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