La presidenta del Govern balear, Francina Armengol, insistió ayer en que, pese a que la incidencia acumulada de casos de covid en las islas está disparada, la situación «no es comparable» con la que se vivió en los primeros dos meses de este año. «Hay una diferencia capital: que es la vacunación, que se ha acelerado en nuestras islas. Podemos decir que tenemos medio millón de personas con la doble pauta. Esto garantiza una seguridad que no teníamos antes. La situación de los ingresos hospitalarios, tanto en planta como en UCI, y la mortalidad por el covid, es absolutamente distinta a la que teníamos en enero. Esto nos permite equilibrar más la vida diaria con la actividad económica», resaltó la presidenta, quien expresó su «confianza» en que en agosto se alcance «la inmunidad de grupo» en Balears por el ritmo de vacunación.
También dijo que, a diferencia de otras comunidades autónomas como la catalana o la valencian, Balears no ha tenido que dar pasos atrás en la desescalada porque se acordó, previamente, que debía ser «muy lenta». Así, con el incremento de la incidencia de covid en las comunidades apuntadas se ha tenido que cerrar el ocio nocturno, como las discotecas, actividad que en las islas aún sigue cerrada. Armengol dijo que, precisamente, la semana que viene se analizará la situación y, en función de la evolución de la pandemia, se decidirá si se da un paso más y se permite la apertura de las discotecas.
Dicho todo esto, la presidente del Govern advirtió de que «no es bueno» tener «una incidencia acumulada tan alta» y apeló a «la responsabilidad individual y colectiva» para frenarla.
