El vuelo VI3501 de la compañía Vueling con destino Barcelona tendría que haber despegado ayer a las 8.40 horas. Sin embargo, cuando los pasajeros ya habían embarcado y estaba todo preparado para el despegue, se empezó a escuchar «un ruido raro en la rueda de frenada», tal como apuntó una pasajera del vuelo. Esto provocó que el avión fuera desalojado. De este modo los usuarios del vuelo estuvieron esperando en el autobús del aeropuerto de Ibiza a una solución.
Una vez revisado el problema les hicieron volver a subir al avión, pero el piloto, al darse cuenta de que esa misma rueda se estaba recalentando en el camino hacia la pista de despegue, decidió quedarse en tierra, de modo que volvió a desalojarse el avión por segunda vez y llegó la Policía para controlar a los pasajeros del vuelo, que se encontraban muy alterados y pidiendo la hoja de reclamaciones.
Finalmente, algunos pasajeros fueron reubicados en otro vuelo de la misma compañía que salía a las 13 horas, de modo que pudieron llegar a su destino, aunque después de haber tenido que estar esperando toda la mañana con mucha incertidumbre.
