Pasadas las nueve de esta noche del jueves el mercante 'River Thames', que el 8 de junio quedó encallado por causas que se todavía se desconocen en un banco de arena frente a la playa de Migjorn, ha abandonado la isla con rumbo al puerto de Alejandría, en Egipto, su destino inicial antes de su accidentada estancia en las Pitiusas. A pesar de los temores iniciales de residentes, empresarios y el Consell de la isla, no se han detectado vertidos de combustible o de otros líquidos contaminantes en la zona, una de las más turísticas y con varios de los hoteles más grandes.
Hace apenas unos días, Capitanía Marítima de Ibiza y Formentera informó de que había abierto un expediente sancionador al barco, de bandera de Vanuatu, que se encontraba entonces en tramitación, «por riesgo para la seguridad de la navegación y del medio ambiente». Mientras ese expediente no se resolvía, el buque tenía que permanecer en aguas de Formentera. No ha trascendido si esto ha sucedido.
El jefe de Salvamento Marítimo, Miguel Félix Chicón, explicó por su parte: «El barco está en perfectas condiciones pero sigue allí fondeado mientras Capitanía resuelva el expediente sancionador, y el barco deberá responder a los requerimientos». Chicón confirmó que el mercante «está bien de casco y está bien de motor».
Como ya informó Diario de Ibiza, entre los medios desplegados para atender el accidente que sufrió este barco y que no provocó ningún vertido en la zona, se encuentra la Guardia Civil, que inspeccionó el fondo marino donde el carguero quedó encallado en aguas de Formentera.
A raíz del accidente, que provocó la inmovilización del mercante, agentes de la Guardia Civil realizaron una inmersión para comprobar los posibles daños de la nave, así como los provocados en el fondo marino. También reconocieron la zona para asegurarse de que no se habían producido vertidos de combustible o de otro tipo de productos contaminantes procedentes del barco encallado.
