La Federación Empresarial Hotelera de Ibiza y Formentera (Fehif) no ha quedado satisfecha tampoco con el nuevo decreto de Vila sobre las obras en verano en el municipio y, en un comunicado hecho público ayer, ha vuelto a urgir al Ayuntamiento de Ibiza a paralizar todas las obras durante la temporada para no perjudicar al sector del alojamiento turístico, que ya ha tenido que hacer muchos «sacrificios» por la pandemia.
El alcalde, Rafa Ruiz, ha emitido esta semana un nuevo decreto que deja sin efecto el primero, dictado en mayo y en el que permitía las obras en verano, pero, pese a algunas limitaciones y cambios con respecto al de hace poco menos de un mes, los hoteleros no están de acuerdo con lo que ha decidido el Ayuntamiento y han mostrado su «absoluta decepción» con la gestión municipal.
En el nuevo texto, Vila determina que de lunes a sábado, entre el 16 de junio y el 30 de septiembre, no podrán empezar antes de las 10 de la mañana aquellas obras que «por uso de maquinaria u otras circunstancias puedan producir molestias a establecimientos turísticos y de restauración». Tampoco permite ocupaciones de la vía pública donde haya establecimientos turísticos de alojamiento o de restauración en la planta baja o en los edificios colindantes.
Con estos cambios, sin embargo, los hoteleros critican que lo único que regula el Ayuntamiento es «el horario de ejecución de los trabajos, y por tanto las obras pueden proseguir, causando ruido justo al lado de tres mil plazas de alojamiento». Lamentan que Vila priorice las necesidades de un sector, el de la construcción, «que no se ha visto tan afectado por la pandemia».
Vila intenta, «dentro de sus posibilidades legales, reducir las molestias sin que se paralice el sector de la construcción»
Una portavoz del Ayuntamiento de Ibiza aseguró ayer, tras conocer las quejas de los hoteleros que, con este nuevo decreto, Vila ha intentando, «dentro de sus posibilidades legales, reducir las molestias sin que se paralice el sector de la construcción». Según esta portavoz, el Consistorio quiere conseguir un punto intermedio entre las reclamaciones de ambos sectores y asegura que «sigue abierto» a encontrar un acuerdo que satisfaga a ambas partes.
Pero los hoteleros lamentan que el Ayuntamiento «no defienda el turismo en la ciudad y que, en la zona que concentra el mayor número de plaza turísticas, vayan a ejecutarse durante el verano al menos media docena de obras, algunas de ellas de titularidad pública».
El decreto deja fuera estas obras municipales y también indica que los trabajos en las zonas del Pepri de sa Penya, Vara de Rey, Dalt Vila y es Soto tendrán que cesar entre las cuatro de la tarde y las diez de la noche cada día, a excepción de las que se lleven a cabo dentro de los edificios.
Los empresarios hoteleros recuerdan los «sacrificios» de su sector durante la pandemia y los perjuicios de «imagen y económicos» que causarán las obras. «Los establecimientos están planificando su apertura, con mucha incertidumbre y nervios, y se sienten desamparados por su Ayuntamiento», concluyen.
