Los 85.000 fijos discontinuos de Balears van a tener este año garantizados cuatro meses de ocupación, ya sea porque entre el 1 de junio y el 30 de septiembre van a estar en los puestos que tienen asignados en sus empresas, o porque pasarán a expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), dejando de percibir la prestación extraordinaria a lo largo de ese periodo, según el acuerdo alcanzado ayer entre el Govern, las patronales CAEB y Pimeb y los sindicatos UGT y CCOO. Pero además, también se decidió respaldar que alrededor de 250.000 asalariados que se agrupan en los sectores de la hostelería y el comercio vean sus retribuciones incrementadas a partir de junio en un 3,5% en el primer caso y en un 3% en el segundo, dejando zanjado definitivamente este debate.
La reunión de la Mesa de Diálogo Social celebrada ayer tenía como objetivo analizar y valorar la prórroga de los ERTE hasta el 30 de septiembre y de algunas ayudas especiales aprobadas por el Gobierno central tras el acuerdo alcanzado con los agentes sociales, pero también el de complementar este acuerdo con varias iniciativas aprobadas desde las islas, que fueron expuestas por el conseller de Trabajo, Iago Negueruela.
Subida salarial en la hostelería
La primera, que contempla la subida salarial del 3,5% para la hotelería, la restauración y el ocio nocturno, y del 3% para el comercio, y que entrará en vigor el próximo día 1, se explica porque las exenciones en las cuotas a la Seguridad Social que desde Madrid se han aprobado para las empresas son lo bastante importantes como para que incluso con ese incremento en las retribuciones, el coste por empleado pase a ser inferior al que se tenía hace un año. Hay que tener en cuenta, por ejemplo, que las cuotas a la Seguridad Social suponen aproximadamente el 24% del coste que para una empresa implica un trabajador, y que en el caso de los fijos discontinuos, dado que las exoneraciones aprobadas son compatibles con las bonificaciones del 50% que ya estaban en vigor, ese coste va a pasar a ser prácticamente nulo. Por ello, el conseller defendió que de esta forma el respaldo alcanza tanto a los empresarios como a los asalariados.
Lo que se deja abierto es que los sindicatos y las patronales de cada sector puedan pactar aplazamientos en el abono de estas subidas, es decir, que en lugar de comenzar a recibirlas desde junio, se pueda demorar unos meses, pero siempre percibiendo finalmente la cantidad íntegra que correspondía.
Respecto al llamamiento a los fijos discontinuos entre junio y septiembre, éstos deberán incorporarse a sus empresas para desarrollar su trabajo y cobrar su sueldo, o para pasar a un ERTE, en este último caso siempre con una prestación por desempleo garantizada. Además, a partir de octubre se va a buscar que los fijos discontinuos puedan volver a percibir la prestación extraordinaria al menos hasta el 31 de marzo de 2022.
