La presidenta del Govern, Francina Armengol, mete prisa para que se tramite ya la parte fiscal del REB. La segunda parte del Régimen Especial (REB) lleva en un cajón desde hará pronto dos años y para la presidenta «ya no puede esperar más». «Era imprescindible antes de la pandemia y lo es ahora más», pronunció ayer en un reivindicativo discurso sobre la situación de Balears en una ponencia en el Senado.

En el marco de su gira por Madrid, Armengol intervino ayer en la puesta en marcha de la ponencia sobre insularidad constituida en la cámara alta para explicar los efectos de la insularidad y la situación de Balears. La presidenta aprovechó esta intervención para denunciar que «el REB se aprobó en 2019, pero no todo se está cumpliendo: el factor de insularidad no se ha desarrollado y Balears queda otra vez por debajo de la media de inversión del Estado».

«Entendemos que hablamos de unos presupuestos atípicos que han priorizado la lucha contra la pandemia», pronunció Armengol, que concedió que las islas han sido de las comunidades más beneficiadas en el primer reparto de los fondos europeos y que también ha recibido fondos extraordinarios del Gobierno. Sin embargo, defendió que «esas dotaciones que hacen justicia a las necesidades coyunturales de las islas durante esta pandemia no nos deben hacer perder de vista las debilidades estructurales que debe compensar un Régimen Especial cuya aplicación íntegra exigimos al Gobierno».

«Pedimos al Gobierno y a todos los partidos con representación en el Congreso y Senado que completen el REB con el pilar esencial que le falta, el régimen puramente fiscal», reclamó Armengol a los senadores, recordando que el anteproyecto de ley que lo desarrollaba «sigue a la espera de una tramitación que ya no puede esperar más». La presidenta cuantificó las medidas fiscales que incluye en 270 millones. «Eran imprescindibles antes de la pandemia y lo son ahora más», exigió la presidenta autonómica.

Cuando Sánchez y Armengol acordaron el Régimen Especial, quedó aprobada la media parte correspondiente a inversiones. Sin embargo, las medidas fiscales quedaban redactadas como un anteproyecto de ley que se debía de tramitar en la presente legislatura. Aunque el anuncio entonces de Armengol fue que entraría en vigor en enero de 2020, sigue sin tramitarse.

La presidenta también reclamó que el Gobierno «brinde apoyo y ayudas directas a los sectores económicos de las islas dramáticamente afectados por unas restricciones imprescindibles».

«Nos indigna como pueblo»

Más allá, Armengol reclamó la mejora de la financiación con mayor autonomía fiscal e incluyendo el principio de ordinalidad a la hora de dar y recibir, así como la condonación de la deuda con el Estado por la consecuente infrafinanciación.

«Durante 30 años hemos contribuido más que nadie al sistema de financiación y se nos ha relegado durante años a la última posición a la hora de recibir», denunció, recordando que tras la última reforma del sistema Balears es la segunda en aportar, pero la novena en recibir. «Es la solidaridad que nos caracteriza como pueblo, pero que nos indigna como parte del proyecto común», pronunció la presidenta.

«El clamor por los recursos que no llegan afecta igualmente a la inversión del Estado, año tras año y casi sin excepción a la cola de inversión», denunció Armengol.