La plataforma solidaria Ibiza Contigo surgió en los primeros momentos de la crisis sanitaria, coincidiendo con los graves problemas para proveerse de material de protección sanitario que sufría tanto Ibiza como el resto del país. Gracias al número de cuenta creado para sus colectas, lograron más de 126.000 euros, que ya han destinado a la ayuda de los colectivos más afectados por los efectos de la pandemia del Covid-19. (Ver galería de imágenes)

Dado el éxito de su iniciativa y su voluntad de continuar con su labor humanitaria, Ibiza Contigo ahora emprende una reconversión constituyéndose de manera oficial como asociación. También preparan nuevos proyectos, como una campaña de apadrinamiento de familias en apuros para subsistir dignamente, para la que ya han iniciado conversaciones con el departamento de Bienestar Social del Consell de Ibiza.

«Mucha gente está cada vez más cerca de no tener con qué pagar el alquiler, la luz y el agua», lamenta Montse Monsalve, una de las empresarias que hay detrás de Ibiza Contigo. «La idea es animar a que varias personas, de manera totalmente anónima, apadrinen a familias que estén pasándolo mal, porque se han quedado en paro, y puedan ayudarlas con los gastos», avanza.

Como último paso antes de formalizar la asociación, Ibiza Contigo ha donado los cerca de 40.000 euros que les quedaban de remanente de sus campañas de recaudación. Así, se destina una inyección económica de 20.000 euros a Cáritas -«hablamos con ellos y nos explicaron que solo tenían alimentos para diez días»-, mientras que el resto se dona a Carritos Solidarios para la compra de material escolar, productos farmacéuticos y de alimentación específicos para niños y bebés, detalla Monsalve.

Además, paralelamente, se cierra el número de cuenta corriente con la que, en su momento, animaron a la sociedad ibicenca a colaborar en la compra de material de protección para los profesionales sanitarios. «Ahora hacemos un llamamiento a la sociedad para que sea más responsable y generosa, no solo con dinero, sino con algo tan básico como proteger a los otros poniéndose una mascarilla», subraya Monsalve.

Ibiza Contigo surgió a raíz de la confluencia de dos iniciativas ciudadanas que se movilizaron nada más percibirse el drama que estaba creando, de manera exponencial, la propagación de la pandemia. La portavoz de la entidad, la entrenadora personal Sara Barbado, recuerda que, junto a una clienta, Sonia Riera, se animaron a abrir una cuenta con la que recaudar fondos para los centros sanitarios.

Entonces, en los momentos más críticos de finales de marzo, el déficit de material de protección y la competencia internacional para abastecerse de él llegaron a crear conflictos diplomáticos. Al mismo tiempo, otro grupo de empresarias había impulsado otra iniciativa de idénticas características. «Nos conocimos y decidimos crear Ibiza Contigo para aunar fuerzas e ir más allá de estar solo aplaudiendo a las ocho de la tarde», apunta Barbado.

Respuesta inmediata

«Ellas son unas empresarias que podían llegar a personas de un poder adquisitivo alto para conseguir donaciones de mucha mayor cuantía», destaca. El proyecto se completó con el notario Javier Cuevas, una garantía «para que todo el mundo viese que había transparencia en las compras».

Barbado recuerda con gratitud la respuesta de la gente, «que vio la importancia de donar, porque en momentos como estos te das cuenta del valor que tienen cinco euros». Las primeras recaudaciones se destinaron a la compra de material sanitario, «porque los profesionales estaban colapsados». «Pedían ayuda y no llegaba de la Península ni de ninguna parte».

«Una vez que las necesidades de los sanitarios se fueron cubriendo, buscamos ir más allá y apoyar al resto de la población y colectivos de riesgo», indica Barbado. De esta manera, se aportó, a finales de mayo, 13.000 euros para la compra y reparto de menús sociales a domicilio que llevaba a cabo la plataforma ciudadana Santa Eulària Contigo.

Además, con los más de 126.000 euros que habían logrado gracias a sus campañas de recaudación, ya se había destinado una primera partida de 30.000 euros para Carritos Solidarios cuando su responsable, Marco Martín, advirtió de las dificultades que se encontraba a la hora de abastecer de productos para niños a las familias más afectadas por la crisis.

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