La jornada final de la segunda edición del Foro Marino de Ibiza y Formentera sirvió de escaparate para los principales proyectos de protección y divulgación de los ecosistemas mediterráneos que se llevan a cabo en las Pitiüses, junto con alguna iniciativa de Mallorca pionera en la recuperación de la vegetación subacuática.

La directora de la fundación Ibiza Preservation, Sandra Benbebeniste, ejerció de moderadora de las charlas que inauguraron la sesión de ayer, celebrada en el Centro Cultural de Jesús, y que estuvo protagonizada por representantes de algunas de las principales entidades conservacionistas o de iniciativas medioambientales relacionadas con el entorno marino. Benbeniste empezó recordando la mesa institucional que se había celebrado el día anterior, en la que intervinieron representantes políticos, para destacar que existe «una toma de conciencia muy clara» de los problemas que generan las aguas mal depuradas o los amarres incontrolados en la costa de las Pitiüses.

'Slow fish'

'Slow fish'

La coordinadora de proyectos medioambientales de la Cofradía de Pescadores de Ibiza, la bióloga marina Marga Serra, explicó las medidas seguidas por el sector pesquero local, en colaboración con los departamentos de pesca del Consell o el grupo de acción local del Plan Leader. Serra defendió la filosofía del slow fish como garantía de las capturas sostenibles que ofrece la pesca artesanal en Ibiza frente a la industrial.

Por ello, destacó la labor de la marca Peix Nostrum, creada por la Cofradía de Pescadores, que permite al consumidor seguir la trazabilidad del pescado, así como la promoción que se lleva a cabo de las especies de temporada más desconocidas para el público, con el fin de restar presión sobre las más demandadas.

La coordinadora técnica de la Alianza Mar Blava, Sandra Pizzinato, intervino por videoconferencia para repasar la historia de esta plataforma surgida en 2013, que, «a través de la colaboración privada, institucional y social», pudo frenar hasta ocho prospecciones de hidrocarburos proyectadas entre la costa valenciana y las Pitiüses.

Sin embargo, pese a la protección del corredor de cetáceos que existe en esta zona y que la Ley del Cambio Climático prohíbe estas prácticas, recordó que «existe una letra pequeña» en la normativa y que no hay que bajar la guardia ante nuevas amenazas.

El coordinador del área marina del GEN-GOB, Marià Marí, expuso la labor de puente «entre la ciencia, el sector pesquero y la administración» que desarrolla este grupo ecologista con su proyecto 'La mar, una responsabilitat compartida', que centra su actividad en la participación social en red para mejorar la gestión marina y conseguir ampliar las zonas protegidas. Marí recordó que la contaminación de las depuradoras y los fondeos incontrolados son el principal problema que sufren las costas pitiusas. En este sentido, destacó la vigilancia y labor de divulgación que emprendió su entidad, en colaboración con la Cruz Roja del Mar y voluntarios, para evitar que las embarcaciones fondearan sobre posidonia.

La representante de Creatives for the Planet, Sophia Brucklacher, repasó la iniciativa 'Circular Cup' de alquiler de vasos reutilizable, con la que «se evita reducir una media de 8.000 recipientes de plástico en un gran evento». Los beneficios que obtienen se destinan a programas educativos, limpieza de playas o salvar las abejas.

El biólogo marino de la Fundación Cleanwave, José Escaño, puso como ejemplo de la eliminación de plásticos las fuentes de agua que ha instalado su entidad en vías públicas de Palma. A través del programa 'Medgardens', Cleanwave también lleva a cabo proyectos de regeneración de los fondos marinos, como en Formentor.

El portavoz de Salvem sa Badia, Pepín Valdés, recordó los orígenes de esta plataforma ciudadana, creada en una asamblea del Club Nàutic de Sant Antoni para preservar los fondos marinos de Portmany y su posidonia. La oceanógrafa Marta Fernández expuso otro ejemplo de cooperación social con Noctiluca, un colectivo de mujeres científicas que centra su actividad divulgativa en los centros de menores. Por último, Ana Villanueva, de Plastic Free Ibiza, incidió en la necesidad de erradicar los plásticos de un solo uso y destacó que más de un centenar de empresas se han adherido a sus certificaciones para ser más sostenibles.