La Asociación de rent a car de la Petita i Mitjana Empresa d'Eivissa i Formentera (Pimeef) lamentó ayer que, por el momento, «no ven la luz» puesto que la fase 1 «no es significativa» para estas empresas cuyo inicio de actividad se va a quedar «prácticamente para el final» puesto que sus clientes son, en su mayoría, turistas. Según calculan, esta temporada podrían trabajar «al 30 por ciento, siendo optimistas».

Según explicó el presidente Juan Cárdenas, «mientras no haya vuelos, no empiece a haber turistas en la isla y los hoteles no abran, realmente el sector está a la cola de todo» y recordó que en Ibiza es «prácticamente nulo» el alquiler de vehículos a nivel local.

Según dijo, para el sector la temporada pasada «fue buena», registrándose dos años con buenas cifras, «y las previsiones para 2020 eran muy similares».

«El sector va a depender muchísimo de que pueda haber vuelos internacionales. Europa está como nosotros y, con suerte, a ver si a finales de junio o principios de julio se pueden empezar a abrir vuelos y se cuenta con algo de turismo español. Hay muchas restricciones en todos los sectores y se prevé que, aunque se abran estas líneas, se trabaje a un 30 por ciento, siendo optimistas», lamentó Cárdenas.

Desde la patronal recuerdan que se intentan organizar en Ibiza eventos de cara a noviembre «para estar un poco activos», pero son planteamientos que se formulan a día de hoy «y es difícil verlos» en estos momentos.

Sobre las reservas registradas antes de la crisis sanitaria, la asociación lamenta que «la mayoría se han cancelado» y en algunos casos, aplazadas para mediados o final de temporada.

Cárdenas informó de que en años anteriores la flota de vehículos de alquiler oscilaba entre los 18.000 y los 20.000 vehículos, «un 20% más de lo necesario», según consideraciones del presidente. Así, matizó que puede ser «positivo un reajuste a la baja» del este parque de vehículos.