El alcalde de Vilafranca de Bonany, Montserrat Rosselló, ha sido sancionado a pagar 3.000 euros por quebrantar la orden de confinamiento, después de que el pasado día 2 fuera sorprendido por la Guardia Civil en una casa de campo del municipio que no es su domicilio, donde estaba reunido con otras dos personas consumiendo bebidas alcohólicas.

Delegación del Gobierno ha tramitado ya el expediente de la sanción y la ha notificado al alcalde. La multa asciende a 3.000 euros y puede ser recurrida. Si no lo hace se beneficiaría de una rebaja de un 50%, por lo que el importe final sería de 1.500 euros.

Monserrat Rosselló fue identificado el pasado 2 de abril por una patrulla de la Guardia Civil, que acudió a un domicilio en las afueras de Vilafranca tras recibir avisos de los vecinos de la zona, que alertaban que había varias personas celebrando una fiesta, en contra de la orden de confinamiento dictada para evitar la expansión del coronavirus.

Cuando los guardias se presentaron en la casa encontraron allí a tres personas. El alcalde intentó inicialmente esconderse de los agentes, pero fue finalmente identificado. Los agentes abrieron actas de sanción contra los tres reunidos por quebrantar el confinamiento. Según el informe que redactaron, había claros indicios de que habían estado realizando una celebración y habían consumido bebidas alcohólicas.

Tres semanas después, la sanción a Rosselló ha sido tramitada y se le ha notificado el importe de la multa: 3.000 euros. La cuantía de la multa se reduciría a la mitad en el caso de que no la recurra y la abone antes de que finalice el plazo.