«La prioridad para todos es evitar contagios y detener la pandemia del coronavirus, pero para Apfem también es fundamental preservar la salud mental de sus usuarios». Así de claro se expresa Antonella Greco, gerente de la Asociación Pitiusa de Familiares de Enfermos Mentales, que atiende a Diario de Ibiza por teléfono mientras trabaja a contrarreloj junto a su equipo para idear fórmulas que le permitan, mientras dure el estado de alarma, seguir respondiendo a las necesidades de las cerca de 120 familias a las que prestan servicio.

Greco recuerda que quienes tienen enfermedades mentales «son población de riesgo» ante situaciones como la crisis desatada por el coronavirus, por lo que es fundamental «incidir en la prevención». Ésta es una de las líneas en las que Apfem está concentrando su trabajo en estos momentos. El objetivo es evitar que el confinamiento en las casas decretado por el Gobierno central no genere en estas personas un exceso de estrés, les haga caer en depresiones o les conduzca a estados más graves.

Desde que el pasado viernes el Govern, institución de la que depende, decretó suspender a partir del lunes los programas de formación o apoyo a las personas en situación de dependencia o discapacidad, Apfem cerró temporalmente tanto su Servicio de Desarrollo Infantil y Atención Temprana (Sediap), destinado a niños de 0 a 7 años, como su centro ocupacional. En concreto, detalla Greco, lo que se ha paralizado es la atención presencial porque el apoyo a los usuarios se sigue prestando por vía telemática.

En el caso del Sediap, el equipo de psicólogas y logopedas está llevando a cabo un programa de soporte a los padres y a los niños que les permita organizar su rutina diaria para que el aislamiento en las casas seas más llevadero. «Intentaremos mantener las sesiones con las familias por teléfono o, en los casos que sea posible, por videollamada. Además, estamos elaborando todo tipo de material digital para que puedan trabajar con él desde sus domicilios», explica la gerente de Apfem.

Los profesionales de esta asociación también van a recurrir al teléfono y a las videollamadas para estar en contacto con los usuarios del servicio ocupacional. En este caso, el equipo de Apfem está organizando agendas con rutinas diarias para cada uno de ellos.

La entidad también ha tenido que cambiar la modalidad del servicio de gestión laboral del SOIB, que ahora se presta telefónicamente.

Servicios restringidos

Servicios restringidos

No se ha cancelado, pero sí limitado, el apoyo a domicilio que Apfem ofrece a las personas con enfermedad mental que viven solas. Desde que se declaró el estado de alarma no se acude a las viviendas de estos usuarios, pero sí se mantiene con ellos el contacto telefónico y se les acompaña en los desplazamientos que están permitidos, por ejemplo, para comprar o ir al médico.

El reto más grande al que ha tenido que hacer frente estos días Apfem se lo ha planteado el servicio de vivienda supervisada. «Los jóvenes que residen en estas casas, seis en total, requieren de un apoyo intenso las 24 horas del día así que este servicio no se podía interrumpir. Lo que hemos hecho es extremar las medidas higiénicas, también hemos suspendido las visitas y los monitores que atienden a los jóvenes, que hacen turnos de ocho horas, emplean mascarillas y guantes», detalla Greco. Respecto a las reacciones de los usuarios de este servicio ante estas nuevas medidas, comenta que, de momento, «todos están muy concienciados, entienden perfectamente que no deben salir a la calle y, además, están proponiendo actividades alternativas».

Más carga de trabajo

Más carga de trabajo

La responsable de Apfem asegura que estos días los profesionales de la asociación, que teletrabajan o acuden a su sede por turnos, «están trabajando mucho más de lo habitual ya que están recibiendo muchas más llamadas y están supervisando mucho material».

También se ha visto alterada totalmente la rutina de otras entidades sociales de las Pitiusas que prestan su apoyo a personas dependientes, que han tenido que suprimir temporalmente los servicios que ofrecen ante las medidas adoptadas por el Govern y la declaración del estado de alarma. Es el caso de la Asociación de Familiares y Enfermos de Alzhéimer de Ibiza y Formentera (Afaef), que desde el viernes tiene cerradas sus puertas hasta nueva orden. «Trabajamos con un sector de la población de alto riesgo, nuestros usuarios tienen una salud delicada y en su mayoría son de edad avanzada así que no podíamos cometer la imprudencia de tenerlos en nuestra sede. Avisamos a las familias del cierre y les informaremos en cuanto podamos reabrir», explica el vicepresidente de Afaef, Pere Ribas.

También ha suspendido prácticamente toda su actividad la Asociación de Padres de Niños y Adolescentes Discapacitados de Ibiza y Formentera (Aspanadif). Como explica su presidente, Jose Luis Jofré, ha cerrado temporalmente su centro ocupacional, en Can Llàtzer, que presta servicio a 15 personas. También se han suspendido todos los trabajos que realizaba el centro especial de empleo, que ocupa a seis personas con discapacidad, excepto unas labores de mantenimiento que con autorización del Ayuntamiento de Sant Antoni se están realizando en la plaza de España y que están a punto de acabar.

La crisis del coronavirus ha supuesto para Aspanadif, además, la cancelación, entre otras actividades, de la celebración de su 50 aniversario, previsto el próximo 18 de abril.

Jofré señala que aunque los servicios de Aspanadif se hayan cerrado durante estos quince días, se enviará a través de internet y las redes sociales a los usuarios actividades y juegos «para que no se aburran en casa».

La Asociación de Personas con Necesidades Especiales de Eivissa y Formentera (Apneef) desde el lunes ha suspendido todas las terapias que ofrece a sus usuarios, unas cuatrocientas familias que cuentan con miembros dependientes, que sufren, por ejemplo, parálisis, autismo o déficit de atención. «Desde el lunes y hasta nuevo orden no se presta ningún servicio. La prioridad es evitar los contagios. Hemos enviado pautas y recomendaciones a las familias para que sepan cómo atender cada caso y estamos disponibles telefónicamente, por correo electrónico y WhatsApp las 24 horas para cualquier duda o situación de crisis que pueda surgir», afirma la presidenta, Susi Fresneda.

Aunque la sede de esta entidad está cerrada al público, parte de la plantilla está de guardia en la oficina, y el resto está teletrabajando.