Es probable que alguien se haya preguntado alguna vez cuál es el origen del nombre Talamanca y por qué diversos lugares del mundo comparten un topónimo que para los ibicencos de Vila representa esa playa casi urbana, cercana, a la que, desde los años 50, puedes acercarte en una pequeña barca cruzando el interior del puerto. Todo un clásico pitiuso. Es la playa que siempre es noticia por algún desastre; cuando no es el mal funcionamiento del emisario submarino de las aguas residuales de Ibiza es la masificación de embarcaciones, la pérdida de hectáreas de pradera de posidonia, la amenaza de un nuevo beach club, la conflictiva retirada de posidonia muerta o, de pronto, resulta que se ha hundido un carguero en el antepuerto y existe el peligro de que llegue una marea negra.

Es, asimismo, la playa que fue noticia en el año 2004 por los caballitos de mar que aparecieron muertos en su orilla. Y lo cierto es que, décadas atrás, no era extraordinario observar alguno de estos hipocampos, a muy poca profundidad, en la pradera de posidonia; la degradación del lugar hace hoy más inusuales tales avistamientos.

Talamanca, esa palabra contundente de cuatro sílabas y en cada una de ellas una letra 'a', se considera procedente de la raíz 'tala', que significa 'tierra pedregosa', aunque también se ha relacionado con la ráiz indoeuropea 'tal' (o 'tel'), que amplía el concepto a un terreno donde fluye el agua o es pantanoso. Al menos esas son explicaciones que sirven para otros lugares del mundo pero que -al parecer y a pesar de lo que podría considerarse una referencia a las cercanas feixes- no valen para Ibiza, donde el topónimo resulta ser, concretamente, un antropónimo. Al menos esa es la opinión de los expertos.

Entre ellos, Enric Ribas, que, citando a Castelló, señala en 'La toponímia costanera del municipi d'Eivissa' que el nombre procede de Ramon de Talamanca, lugarteniente de Gobernación en Ibiza de la Corona de Aragón entre los años 1393 y 1413 y propietario de algunas tierras en la zona. Además añade que el tal Ramon «debía proceder de la población catalana de la comarca del Bages, que tiene el mismo nombre». Probablemente, en sus tiempos, los caballitos de mar no fueran rarezas en la playa y las montañas de posidonia muerta no molestaran a nadie.

Costa Rica, Madrid, Barcelona, Burgos...

Talamanca, además de la bahía de Ibiza y por poner algunos ejemplos, es un cantón de Costa Rica y una cordillera en la costa caribeña de este país. Madrid tiene una Talamanca del Jarama y Barcelona un municipio con tal nombre a orillas del río Talamanca. Y hay un páramo de Talamanca en Burgos y un Santiago de Talamanca en Panamá. Hay asimismo lugares con nombres como Tale o Taleworth en Albania, Lituania o Gran Bretaña, nombres que tienen la raíz de las tierras pantanosas.

La Talamanca ibicenca, entre s'Illa Plana i sa Punta des Andreus, o más concretamente entre s'Amarador (donde se encuentra el hotel Argos y donde s'Illa Plana se unió un buen día a tierra firme) y la punta donde antaño se levantaba un quiosco que aún los ibicencos recuerdan y que se llamaba Alcatraz. Y para ser aún más exactos, la bahía de Talamanca se cierra al sur por Punta Tabernera, al extremo de s'Illa Plana. La playa se extiende unos 900 metros y no llega a los 30 de anchura.

Con la presión turística y urbanística ha perdido tanto a los caballitos de mar como sus sistemas dunares, porque tal vez nadie se acuerde, pero la playa no era igual hace medio siglo, treinta años o sólo dos décadas, y los ibicencos se han acostumbrado a las bondades actuales de Talamanca -que aún las tiene- como la rana que se está quemando pero no salta de la olla porque la temperatura no sube de repente. Tal vez nadie se acuerde, pero fue en el año 2000 cuando se instaló la pasarela de madera que bordea el arenal, y ya para entonces no quedaban dunas en Talamanca.

Para conservar lo que aún queda de sus arenas blancas y sus orillas poco profundas, los expertos insisten en que las montañas de posidonia muerta no deben retirarse de las playas, pero, año tras año, el Ayuntamiento cede a las exigencias del sector turístico y se lleva en verano los montones de hojas para devolverlos a su lugar cuando ya no queden turistas que puedan quejarse.

Cala Manca llamó el Archiduque Lluís Salvador a Talamanca -un error que posteriormente corrigió- y hoy tal denominación podría cobrar cierto sentido sarcástico en una playa que ha perdido parte de sus valores medioambientales y que ha tenido que cerrarse al baño en más de una ocasión por los vertidos del emisario.

Red Natura 2000

Tras darse a conocer un informe del Grup d'Estudis de la Naturalesa (GEN) sobre el deterioro de la pradera de Posidonia de Talamanca, el Ayuntamiento de Ibiza ha asegurado que piensa tomar medidas para frenar el proceso y ha anunciado que quiere incluir la bahía en la Red Natura 2000, aunque hay que señalar que las praderas, en concreto, son ya un hábitat protegido. Al menos teóricamente.