¿Qué fauna habita en los montes submarinos Ausias March, Emile Baudot y ses Olives, situados en el Canal de Mallorca, al sudeste de las Pitiüses? ¿Cómo son sus fondos? Como apenas se sabe nada de ellos, desde el pasado 10 de octubre y hasta final de mes, una docena de científicos embarcados en el buque oceanográfico 'Ángeles Alvariño' tratan de averiguarlo mediante la toma de muestras y datos tanto biológicos como geológicos. El objetivo de esta campaña es completar el cartografiado geofísico y de las especies y hábitats existentes tanto en Ausias March (situado entre 86 y 115 metros de profundidad) como en ses Olives (de 225 a 290 metros de profundidad) y en Emile Baudot (94 a 150 metros). Una vez obtenidos los datos y tras ser analizados, se propondrá la declaración de esa zona como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) dentro de la Red Natura 2000.

Ignacio Torres, subdirector de Fundación Biodiversidad, coordinadora de esta expedición, que está enmarcada en el proyecto Life Intemares, señala que el fin es «lograr una gestión más eficaz» de este espacio marino, donde los arrastreros alicantinos desarrollan una intensa actividad pesquera. No se trata, subraya, de restringir allí totalmente la actividad humana, sino de concretar cuál es el sistema más correcto para conservar el medio y, de paso, que se mantenga esa industria. Es preciso, aseguró, el «consenso» de todas las partes implicadas para que la gestión de ese espacio sea eficaz.

Lo primero es conocer qué hay en esos montes submarinos, «para no ir a ciegas», según Torres. El conocimiento adquirido permitirá saber qué habita allí y en qué cantidad. Por eso, los científicos a bordo toman muestras de los sedimentos marinos y de los organismos que habitan a profundidades que van de los 300 a los 100 metros. También recogen muestras de agua a diversas profundidades con las que determinan, mediante el análisis de ADN, la presencia de condrictios (tiburones, rayas y quimeras) en ese canal.

Recopilar información científica

El jefe científico de esta campaña (la segunda, pues la primera se desarrolló en el verano de 2018) es el biólogo Enric Massutí: «El objetivo es recopilar información científica para, sirviéndonos de ella, luego asesorar cuando se elaboren los planes de gestión» de ese futuro LIC. Entre los hábitats que considera que deberían protegerse (y primero cartografiar) en este canal se encuentran los fondos de rodolitos (algas rojas), los campos de pockmarks (donde se produjeron y tal vez aún se produzcan emisiones de fluidos y gases) y los afloramientos rocosos con corales.

El plan de gestión, remarca Ignacio Torres, «marcará qué es necesario hacer para mantener este tipo de hábitat, lo cual no significa que se vaya a limitar» la pesca en los montes Aussias March y ses Olives, donde suelen faenar los arrastreros alicantinos en busca de gamba roja y cigalas.