La primera jornada de huelga de las camareras de piso de Ibiza ha arrancado esta mañana con un episodio violento ocurrido en el piquete informativo ubicado frente al hotel Seaview de Port des Torrent (Sant Josep).

Rafa Sánchez, secretario general de la CGT de Ibiza y Formentera, explica que un turista ha salido del establecimiento hotelero y se ha acercado a una camarera de piso para arrancarle "violentamente" la bocina con la que se estaba manifestando, haciéndole daño en una mano. Ante esta agresión, un compañero se ha acercado a defenderla y el mismo cliente del hotel se ha enfrentado a él, "rompiéndole la camiseta y arañándole el cuello".

Agentes de la Guardia Civil que se encontraban en el piquete se han dirigido al hotel para poder identificar al agresor.

Piquetes

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Paralelamente, cuando casi daban las ocho de la mañana, medio centenar de camareras de hotel formaban un piquete informativo frente a un hotel de Palladium en Platja d'en Bossa en un piquete informativo sin incidentes. Lo único destacable han sido los abucheos que han recibido las camareras de piso que han acudido a trabajar por parte de las manifestantes. El piquete recorrerá todos los hoteles de Plajta d'en Bossa.

En total, unas 200 trabajadoras han salido esta mañana a protestar recorriendo los hoteles de tres zonas turísticas de la isla: Platja d’en Bossa, en los municipios de Sant Josep e Ibiza; Port des Torrent, para recorrer hoteles de Sant Josep a Sant Antoni; y desde Es Canar, municipio de Santa Eulària, para continuar también por la zona de Cala Llonga y concluir en el centro de la Villa del Río.

En Platja d’en Bossa, casi todas las trabajadoras que conformaban el piquete era unas 60 "kellys" del hotel Grand Palladaium Ibiza, de Palladium Hotel Group.

Las trabajadoras pedían “stop explotación”, advertían que "no somos de hierro" y han reclamado que se rebajen y regulen las cargas laborales.

“Luchamos contra la sobrecarga de trabajo; hay mujeres que no van a comer o que no van al baño porque en ocho horas no te da tiempo”, ha explicado Dolores Paterna, trabajadora del hotel Grand Palladium.

Según ha añadido, este establecimiento ha pasado de tres a cinco estrellas sin bajar el número de habitaciones para las trabajadoras. “Las estrellas las llevamos nosotras aquí, en la espalda”, ha añadido.

En la misma línea se ha pronunciado Manuela Moreno Giménez, otra trabajadora, en este caso del hotel Mare Nostrum, del grupo Playa Sol Ibiza Hotels.

Llevamos 25 habitaciones, yo llevo dos triples, que serían 27; estamos solas, con un estrés, unos nervios, un dolor de cabeza del estrés porque quieres acabar el trabajo y tu cuerpo ya no avanza más, y te dicen que tienes que acabarlo; si te vas a las cuatro, que es tu horario, te ponen mala cara”, ha criticado.