Agentes de la Policía Nacional han detenido a un joven de 32 años como presunto autor de delitos de extorsión, estafa y coacciones al alquilar casas que okupaba junto a un compinche, según informó ayer el Ministerio del Interior. Este diario ha podido confirmar que se trata de M. A. L. B., quien, junto a J. C. A., al que busca la Policía, okupó un piso en la calle general Joan Pereyra y Morante en Vila, así como, presuntamente, chalés en Can Llaudis y Talamanca. Incluso anunciaban sus servicios en las redes sociales.

Además de ofrecer estos alquileres, el detenido, M. A. L. B. se dedica a pinchar de manera habitual en pequeños clubes de música electrónica y bares nocturnos de Ibiza, según se puede constatar en su página personal de Facebook y en las de estos establecimientos. Este joven asturiano, originario de la localidad de Mieres, también cuenta con la formación de vigilante de seguridad, un trabajo que ha desempeñado en alguna ocasión en la Península años atrás, según detalla él mismo en un currículum que se encuentra en un portal de búsqueda de empleo por internet.

Los dos jóvenes, ambos de nacionalidad española, se han dedicado a okupar viviendas antes del inicio de la temporada turística «aprovechando la ocasión que brinda la escasez de vivienda en la isla y los elevadísimos precios», explica la Policía Nacional. Así, J. C. A. empezó a anunciarse en las redes sociales ofreciendo habitaciones de alquiler e, incluso, sus servicios para conseguir un alojamiento a quien lo necesitara. En estas publicaciones se presentaba como un justiciero que quería ayudar a madres necesitadas.Un alquiler para diez personas

Una de estas madres relató la semana pasada a este diario cómo había sido estafada por J. C. A., al que pagó por una casa que él aseguraba que estaba embargada y que podrían residir allí hasta que saliera a subasta. A los pocos días, se encontró con que tenía propietario y tuvo que desalojarla, al igual que la segunda vivienda que J. C. A. le entregó. El okupa profesional llegó a instalar alarmas en al menos siete inmuebles que había reventado para alquilarlos y, según los testimonios, alquiló a diez personas un chalé en Talamanca que también tenía propietarios.

A finales del mes pasado, J. C. A, reventó un piso de un bloque de la calle General Joan Pereyra Morante, en el barrio de es Pratet de Vila, donde empezó a residir junto a su compañero M. A. L. B, ahora detenido. En seguida acudieron personas interesadas en ver las habitaciones que se ofrecían en alquiler, según las denuncias presentadas por varios vecinos.

A partir de ese momento, el resto de inquilinos del bloque ha estado sufriendo constantes problemas de convivencia y amenazas por parte de los dos okupas. Además de pinchar la luz de un domicilio del bloque y de haber forzado la puerta de entrada del portal, según consta en las diferentes denuncias.

M. A. L. B. fue detenido en este piso el pasado día 22, no así su compinche, J. C. A., quien días atrás habría regresado a Valencia, según él mismo aseguraba cuando abandonaba la vivienda con una maleta.

Engaños y coacciones

Engaños y coacciones

La nota de la Policía Nacional también detalla que J. C. A. ya ha sido detenido en dos ocasiones anteriores por hechos similares. «El alquiler de la vivienda se realizaba mediante engaño, ya que publicaba que tenían disponibilidad y autorización expresa para formalizar dichos alquileres, dándose cuenta las víctimas días más tarde de que no era así, ya que se trataba de viviendas ocupadas ilegalmente», explica el comunicado.

La Policía también señala que el detenido «se aprovechaba de las necesidades de las víctimas, llegando a coaccionar a los habitantes para que le pagaran más dinero con el fin de acceder de nuevo al domicilio, cambiando la cerradura sin motivo aparente alguno». Además, llegaba a solicitarles «la cantidad de 50 euros adicionales en concepto de mensualidad para poder disponer de agua caliente».