Medio centenar de educadoras del primer ciclo de infantil (0 a 3 años) de las escoletes privadas y las de públicas gestionadas por contratas de Ibiza se sumaron ayer a la huelga convocada por el sindicato Comisiones Obreras (CCOO) para protestar contra la precariedad laboral, algunas de las maestras afirmaron que su sueldo es de 700 euros, y contra el nuevo convenio, que está previsto que se firme hoy y que perpetuará esta discriminación entre las profesionales de centros públicos y privados.

La movilización obligó a cerrar Es Trenet Blau (centro privado, pero autorizado por el Govern), Es Vedranell (en Sant Josep) y Menuts (en Santa Gertrudis), ambos públicos pero gestionados por empresas privadas, mientras que al de Can Coix solamente acudió a trabajar una persona.

Las educadoras infantiles se concentraron ayer por la mañana en la sede sindical de Ibiza (en la calle del periodista Marià Tur). La encargada de leer el manifiesto fue Sandra Torrent, directora de Es Vedranell, que criticó que las trabajadoras del sector serían catalogadas, según la Carta Social Europea, como «trabajadoras pobres, lo que se puede considerar la nueva esclavitud del siglo XXI». «Reivindicamos condiciones salariales dignas y concordes a nuestro trabajo, formación y responsabilidad. La desigualdad salarial que se arrastra respecto a ámbitos afines no es una consecuencia de la crisis. Los salarios son bajos porque más del 95% de las personas que trabajamos en el sector somos mujeres», señaló Torrent.

De hecho, todas las que acudieron a la concentración eran mujeres excepto los representantes sindicales de CCOO, Mario Devis y Rafa Sancho.

Además, el colectivo se quejó de que las jornadas son «muy largas» y que la mayor parte consiste en atender al alumnado, por lo que no disponen de tiempo para organizar y preparar las actividades, materiales, evaluar los procesos... «Es trabajo extra, no remunerado y a expensas de la conciliación», destacó Torrent durante la lectura del manifiesto.

Los representantes sindicales insistieron en que este sector se debe regular, ya que la etapa de 0 a 3 años se considera asistencial en vez de educativa, y criticaron que CCOO sea el único sindicato que está en contra del nuevo convenio laboral. UGT se negó a apoyar el paro, convocado en todo el país.

Un sector «olvidado»

Un sector «olvidado»

Entre las educadoras de Infantil que apoyaron la huelga se encontraba Tamara Blánquez, que desde hace siete años trabaja en una 'escoleta' pública gestionada por una contrata. «Desde que empecé, en la profesión no ha habido ningún avance. Solo he notado un gran cambio entre las 'escoletes' públicas y las privadas, cuyas condiciones son mucho peores», criticó Blánquez, que a continuación se disculpó con las familias afectadas por el paro. «Sentimos las molestias ocasionadas a los padres, pero es la única manera de hacernos ver porque somos un sector olvidado», sostuvo la educadora infantil.

Otra afectada dijo que cuando se ha planteado cambiar de profesión no es porque esté «quemada», sino porque no puede vivir con su salario.

Por otro lado, varias trabajadoras de una escoleta privada, autorizada por el Govern, recalcó el apoyo de la mayoría de los padres afectados por este paro, e insistieron en que todas las compañeras que ejercen en centros de Infantil privados deberían movilizarse.