El concejal de Movilidad de Vila, Juan José Hinojo, anunció ayer que esta semana se firmará el convenio con la nueva operadora del servicio de GPS del taxi Nitax y con la Asociación de Autónomos del Taxi de la Ciudad de Ibiza, que, como hace ahora, aunque sin cobertura legal, cederá su gestión (subcontratará) a la Federación Insular del Taxi de Eivissa. La implantación de Nitax está más avanzada, ya que el Ayuntamiento ha dado el visto bueno a toda la documentación, mientras que los servicios técnicos municipales aún tiene algunas dudas con el informe económico aportado por la asociación de taxis de Vila mayoritaria. En todo caso, Hinojo sostiene que esta semana, en principio, se firmarán los dos convenios. Esto supone que habrá dos teléfonos distintos para pedir el servicio de un taxi en Vila. Los taxistas podrán hacer uso de un servicio de GPS o de los dos.

La entrada de un segundo operador ha provocado que la asociación de taxistas de Vila haya acelerado en los últimos días la presentación de documentación pendiente. Hay que tener en cuenta que, desde el pasado mes de octubre, cuando el Consistorio ordenó la suspensión del GPS al no haber un convenio que amparase el servicio (aunque la asociación y la federación han desoído el mandato municipal), las dos partes tramitaban la firma de dicho acuerdo.

Al ser preguntado por la pasividad del Consistorio ante el incumplimiento de la suspensión del servicio, Hinojo responde que «se resolverá con la firma del convenio» y que «los servicios jurídicos se deben pronunciar sobre las posibles consecuencias».

Por su parte, los representantes de las diversas asociaciones de taxistas de Vila mantuvieron ayer «una tensa» reunión con Hinojo por el servicio de GPS. Alejandro Cardell, presidente de la asociación de taxis as mayoritaria y de la federación insular, se opone a que funcionen dos operadores distintos del GPS, ya que «no es bueno para el sector».

El vicepresidente de la Asociación de Profesionales del Taxi de Vila, Joan Marí, expresó su «decepción» porque el Ayuntamiento «ha cedido una vez más a las presiones» del colectivo mayoritario y rehúsa «regular» el servicio.