«Esto nos ha llegado en el contáiner. Preciosas bufandas y gorros hechos por los niños españoles para los niños refugiados. Acompañadas de preciosas cartas llenas de empatía y solidaridad. Qué grandes los niños. Ellos no entienden de colores de piel, razas o religiones. Qué triste que luego nos dividan y perdamos esa pureza de espíritu». Es el mensaje, junto a la fotografía de una niña envuelta en una enorme bufanda que sujeta una carta, que ha compartido SOS Refugiados para informar a su delegación en Ibiza de que el material que enviaron en el último camión ha llegado a su destino. En él iban las bufandas que tejieron los alumnos del colegio L'Urgell, indica Consuelo Corrionero, de SOS Refugiados Ibiza, que está deseando mostrarles a los escolares dónde ha llegado su ayuda.

«Hacemos un envío cada tres o cuatro meses a los campos de refugiados de Grecia, a Atenas, porque cada vez hay menos gente en las islas. Enviamos medicinas y todo lo que hayamos podido recaudar», comenta Corrionero. El pasado mes de octubre partió de Valencia un contenedor en el que iba el material recogido en las Pitiusas y, entre todo ello, las bufandas que, de motu propio, decidieron tejer los integrantes de la comunidad educativa del colegio L'Urgell después de que la agrupación de Ibiza acudiera al centro para una actividad de concienciación. Corrionero explica que el traslado de estos contenedores con ayuda es lento porque van por mar y, además, luego tienen que superar los aranceles. «Lo enviamos en octubre y ha llegado ahora», indica la voluntaria en Ibiza de la asociación, que destaca «lo útiles» que resultan las bufandas de los escolares de Sant Josep en el gélido invierno griego. «Está nevando incluso en la costa y está muriendo gente de frío», indica Corrionero, que insiste en lo necesaria que es la ayuda para estas personas. Ella, como médica, se encarga de coordinar la recogida de medicamentos en los centros de salud, pero también de acudir a los colegios para concienciar: «Los niños entienden muy bien que nadie está libre de convertirse en un refugiado, de que pase cualquier cosa y tengas que irte de tu casa dejándolo todo atrás». Recuerda, además, que regularmente organizan sesiones de yoga en las que los asistentes aportan «la voluntad» para ayudar a pagar los envíos.