Al Consell de Ibiza no le interesa que Sant Antoni sea declarada zona turística madura ni ninguna otra área de la isla. Así lo ha explicado el presidente, Vicent Torres, durante una visita a las obras de reforma del paseo de ses Figueretes, junto a la consellera balear de Turismo, Bel Busquets, la de Presidencia, Pilar Costa, y el alcalde de Ibiza, Rafa Ruiz. Torres ha explicado que la declaración de zona turística madura implica que «se puedan hacer intervenciones en hoteles y aumentar plazas» y que, por ello, en el caso de Sant Antoni, el plan estratégico proyectado se puede acometer sin tramitar previamente dicha condición.

La consellera balear de Turismo ha reclamado a la secretaria de Estado de Turismo, Bel Oliver, una inversión de medio millón de euros en las zonas turísticas maduras de la Platja de Palma y Calvià, en Mallorca. Busquets ha justificado que se ha reivindicado dicha inversión, al igual que en Canarias, para las zonas turísticas maduras, cuya declaración «tienen que pedir los ayuntamientos». Sobre la posibilidad, al margen de su condición, de que la Comunitat Autònoma colabore en la financiación del plan estratégico de Sant Antoni, Busquets ha respondido: «En este momento, no está sobre la mesa, pero siempre se podría estudiar».

Asimismo, el presidente Torres también ha dicho que ha hablado con la secretaria de Estado para que «en futuras ocasiones» el Gobierno central aporte fondos para la remodelación de Sant Antoni. Torres ha recordado que el Consell ya ha aprobado un convenio de colaboración con el Ayuntamiento por una cuantía de 1,5 millones de euros para «empezar a redactar proyectos». «Como el proyecto de Sant Antoni está prevista su ejecución hasta 2030, tenemos mucho tiempo para hacer inversiones», ha señalado.

En cuanto a la reforma del paseo de ses Figueretes, el plazo de ejecución de las obras es de cinco meses, por lo que se prevé que estén listas a mediados o finales de abril. Con este proyecto, además de separar la red de pluviales de la de fecales y mejorar el sistema de bombeo a la depuradora, se pretende ganar espacio para los peatones, con la eliminación de barreras y la reordenación de las terrazas, que, según ha dicho el arquitecto municipal Rafael García Lozano, se ha hecho un uso «abusivo» del espacio público. También se han derribado ya dos plataformas y una piscina que ocupaba una superficie de mil metros cuadrados en dominio público.