El alcalde de Sant Antoni, Josep Tur, Cires, lamentó en el coloquio sobre el modelo turístico de su municipio y su futuro, coorganizado por el Ayuntamiento y Diario de Ibiza, que tiene «amigos» que no quieren ir a Sant Antoni «por lo que les han dicho».

Tur destacó que «la imagen» turística de este destino «no es buena». «Si no lo admitimos, no avanzaremos. Si tenemos una enfermedad, hay que reconocerla para poder solucionarla», agregó el alcalde en una de sus intervenciones en el coloquio, moderado por el periodista Xescu Prats, que mantuvo el jueves en el centro cultural Cervantes con el presidente de la Asociación de Alojamientos Turísticos de la Pimeef, vocal de la asociación hotelera de Sant Antoni y propietario del hotel Marfil, Antoni Ramon, el decano de la facultad de Turismo de la Universitat Ramon Llull, Ricard Santomà, y el periodista de Diario de Ibiza Joan Lluís Ferrer.

El alcalde subrayó que el Ayuntamiento está dispuesto a «liderar» el cambio que necesita Sant Antoni, que, puntualizó, «ha de ser de todos». Admitió que la transformación del modelo turístico «no será fácil ni posible en dos legislaturas», pero que «hay que saber a dónde se quiere llegar para empezar a caminar todos juntos en la línea correcta».

Tur también reconoció que una de las «asignaturas pendientes es la colaboración público privada». El alcalde explicó que el plan estratégico para cambiar el modelo turístico contempla la creación de «un ente» para que lo gestione «de forma independiente», pero no se ha podido poner en marcha por «la falta de dinero». «Tenemos un municipio de 25.000 habitantes que vive del turismo y disponemos de un concejal y un técnico de Turismo que está en la oficina de información. No tenemos a ningún otro. Todas estas cosas nos las tenemos que hacer mirar como ayuntamiento», dijo a modo de autocrítica.

Los turoperadores de hooligans

Los turoperadores de hooligans

La histórica dependencia de los establecimientos turísticos de Sant Antoni con los turoperadores dedicados a un mercado de turismo joven, el que tantos quebraderos de cabeza provoca, se apuntó como uno de los errores cometidos. El periodista de Diario de Ibiza Joan Lluís Ferrer criticó que, en el pasado, los hoteleros se hubieran «entregado en bandeja a los turoperadores de hooligans», situación que ha ido cambiando.

El decano de la facultad de Turismo de la Universitat Ramon Llull, Ricard Santomà, reconoció que prescindir de una temporada a otra de las garantías que supone el contrato con un turoperador es «muy bestia».

El empresario turístico local Antoni Ramon no sólo reconoció que, en su momento, el sector «no fue capaz de prever las consecuencias a medio y largo plazo», sino también «el miedo» que supone prescindir de los turoperadores y asumir, a riesgo y ventura, la comercialización de las plazas a través de las nuevas tecnologías.

Ramon destacó que desde el año 2000 «casi todos los hoteles» de Sant Antoni han llevado a cabo reformas para mejorar su servicio. Joan Lluís Ferrer añadió, en este sentido, «la buena noticia» que supone la reconversión del Piscis Park, de categoría de dos estrellas y que alberga a un millar de turistas, a cuatro estrellas. «Este establecimiento aparece más en las páginas de sucesos del diario que en las de turismo. Sólo el hecho de que este hotel pase a ser de cuatro estrellas puede mejorar Sant Antoni», valoró.

Santomà cuestionó los motivos por los que la zona del West End responde a este nombre y sugirió cambiarlo como un primer paso hacia un nuevo modelo. Algunos de los asistentes recordaron que antiguamente a esta parte del núcleo urbano se la conocía como «s'Arraval». «Mentalmente supondría un cambio y cambiar el nombre sale gratis», sugirió Santomà.