La mesa de contratación del Ayuntamiento de Sant Antoni desestimó, en su reunión del pasado miércoles, las alegaciones presentadas por la empresa Aqualia contra la adjudicación del servicio a Facsa, que ha quedado primera en el concurso abierto por la Corporación para renovar el servicio de agua potable en el municipio. De este modo, el Ayuntamiento tiene previsto aprobar definitivamente la adjudicación a Facsa en su próximo pleno extraordinario, que será convocado la semana que viene, según informó el concejal de Medio Ambiente, Pablo Valdés. En esa misma sesión serán aprobados los presupuestos municipales para 2019.

El concejal afirmó que para desestimar las alegaciones de Aqualia se han tenido en cuenta informes jurídicos «internos y externos», que no han apreciado ninguna base para admitir las quejas que planteaba la actual concesionaria. Aqualia pedía que se excluyera del procedimiento a las demás empresas concursantes por haber incumplido unos criterios que sólo ella habría respetado. Los juristas no lo han visto así. También denunció Aqualia haber sufrido «espionaje industrial» por parte de uno de sus empleados, que habría pasado información a Facsa, pero el Ayuntamiento asegura que ese no es un problema de su incumbencia. Aqualia ha sido la tercera en puntuación.

De este modo, y dado que la oferta económica más ventajosa, es la de Facsa, el próximo pleno aprobará definitivamente su adjudicación. «Ya sabemos que esto seguramente acabará en los tribunales», admitió Pablo Valdés, quien afirmó que el equipo de gobierno ha cumplido «escrupulosamente» con la ley.

Sant Antoni es el único municipio de Eivissa que ha optado por no prorrogar la concesión a Aqualia y ha decidido licitar una nueva contratación.