El puente de sa Llavanera, a la altura del paseo Joan Carles I, se cerró al tráfico la pasada semana para proceder en los próximos días a su demolición y a la construcción de uno nuevo.

Las obras se retomaron hace tres semanas, después de que permanecieran paradas desde el pasado mes de mayo para no afectar el incesante trasiego de vehículos durante la temporada turística.

Está previsto que el plazo de las obras sea, salvo imponderables, de tres meses, según informó el Ayuntamiento de Eivissa.

Al cerrarse el tráfico por ese puente, la circulación ha sido desviada por la calle de Jaume II, mientras que el acceso peatonal se hace por Marina Ibiza.

La obra es ejecutada por la UTE Copcisa y Construcciones Olivas, con un presupuesto de 451.256 euros. Las obras consisten en el derribo del puente actual, muy deteriorado por el paso del tiempo y por la salinidad de la zona, hasta el punto de que se había combado varios centímetros. Para evitar que siguiera hundiéndose, durante varios meses estuvo prohibido el acceso de vehículos pesados por ese tramo, para lo cual se instalaron barreras de hormigón. No obstante, durante toda la temporada fueron desplazadas en varias ocasiones para que pudieran entrar camiones y autobuses. Hay que tener cuenta que el puente tiene más de 50 años.