Ninguna administración controla de manera eficaz, sistemática y con registros detallados la entrada de vegetales en el puerto de la isla de Ibiza, principal vía de acceso de olivos infestados de serpientes, plantas invasoras y plagas de toda índole. Ni el Govern balear, ni el Consell de Ibiza, ni la Autoridad Portuaria, ni la Guardia Civil (todos ellos consultados por este diario en las últimas semanas), han podido aportar los resultados del control y vigilancia de los cargamentos que llegan al puerto de la ciudad.

Los tres inspectores con que cuenta la conselleria de Agricultura del Consell supervisan los cargamentos que salen de la isla hacia el exterior, en cumplimiento de las normas dictadas para evitar la propagación de la Xylella fastidiosa. Xylella fastidiosaSin embargo, la entrada de vegetales a la isla carece del mismo control, entre otras cosas porque el Consell «no está habilitado para decomisar» árboles como olivos o plantas invasoras, por dañinas que sean, tal y como reconoció a este diario el conseller insular de Medio Ambiente, Miguel Vericad.

Sí están facultados para requisar determinadas especies que figuran en un listado nacional y entre las que se incluyen determinadas palmeras o pinos para evitar la propagación de enfermedades que suelen afectarles. «Continuamente se inmovilizan palmeras y se devuelven o se destruyen», señaló el conseller.

Sin embargo, la entrada de olivos y plantas invasoras no es objeto de supervisión por el Consell en el puerto de Ibiza. «Para ello haría falta que una ley nos facultara para hacer esta función», señaló Vericad. En todo caso, opinó que debería ser trabajo de los agentes de medio ambiente del Govern balear, pero esta Administración se escuda en que aún no se ha aprobado la Estrategia Nacional de control de Ofidios que prepara Madrid. El conseller ibicenco cree, no obstante, que el propio Govern podría haber legislado sobre este asunto sin esperar al Gobierno central.

Por lo que se refiere a la Autoridad Portuaria de Balears, el organismo estatal que dirige el puerto de Ibiza, un portavoz afirmó: «Nosotros sólo llevamos un control de las cantidades y de lo que llega, que queda registrado. La naviera o consignataria nos dice las mercancías que entran en el puerto y la Policía Portuaria hace controles aleatorios para saber si es cierto lo que declaran». «Ahora bien, no contamos uno a uno todo lo que hay en los contenedores, es imposible, sean olivos o sea lo que sea», añadió.

En todo caso, «el control de las mercancías corresponde a la Guardia Civil», añadió la Autoridad Portuaria. «Si detectamos que hay pasajeros que llevan plantas en el coche o como mercancías, avisamos a la Guardia Civil», agregó el mismo portavoz.

La comandancia de la Guardia Civil en Balears, sin embargo, no ha podido detallar las cantidades de plantas importadas que ha inmovilizado en Ibiza ni el protocolo que se sigue para el control de la entrada de vegetales en el puerto. Veinte días después de haber solicitado este y otros datos a la Benemérita, la comandancia de Balears sólo pudo decir que «se hacen controles todos los días y de todo tipo».

Furgonetas clandestinas

Esta situación favorece la proliferación, sobre todo durante los meses de verano, de furgonetas cargadas de plantas que desembarcan en la isla procedentes del exterior para vender vegetales tanto a pie de calle como en hoteles. Así lo denuncia el dueño de uno de los principales viveros de la isla, Marco Cleries, de Eiviss Garden.

Este empresario asegura que esta actividad comercial clandestina (no cuentan con permiso de ninguna clase ni garantías fitosanitarias) fue objeto de una denuncia ante el Govern balear por parte de la Petita i Mitjana Empresa d'Eivssa i Formentera (Pimeef), donde se agrupan los floristas y viveros ibicencos». «Fuimos a Palma y se lo dijimos, pero nos contestaron que no tienen medios para controlar esto», añadió Cleries.