El concejal de Santa Eulària José Sánchez anunció ayer que ha solicitado la baja de militancia en Podemos. Abandona el barco de una formación que considera «en una situación crítica», causada por la «institucionalización» que padecen, en su opinión, los cargos electos de la cúpula insular. Por eso a día de hoy el debate político en la formación «es nulo y está totalmente paralizado».

Sánchez se aparta para que no le respondan que sus críticas se deben a que está descontento por haberse quedado fuera del reparto. Desde fuera mantendrá «la libertad para hablar». Porque ve al consejo ciudadano insular, al frente de la cual está la vicepresidenta del Consell, Viviana de Sans, más preocupado por justificar el pacto con el PSOE que por exigirle a sus socios que cumplan los acuerdos de gobierno.

Sus críticas van más allá, y señala que hay dirigentes que ocupan algún cargo «a dedo», cuando es algo que «no está contemplado en los códigos éticos» de los morados. Por estas mismas razones renunció a la secretaría general de Podemos en Santa Eulària hace unos meses. Lo hizo «sin hacer ruido». Pero desde entonces la situación no ha variado, a unos días de la asamblea ciudadana en la que De Sans debería explicar la marcha del pacto con el PSOE a los militantes. «Sabemos que no se está llevando como procede ni se cumple la calendarización», insistía ayer Sánchez, que cree que la cúpula insular «no quiere verdaderamente rendir cuentas, sino tratar de evidenciar que hay personas con ambiciones políticas para un puesto». El edil recalcó que no tiene «ninguna», y, para probarlo, optó por la baja. «Es mi única arma, no quiero que nadie me diga qué debo decir», argumentó.

Tampoco acudirá a la asamblea del 17 de febrero: «No voy a formar parte de ese teatro». Se refiere a que finalmente se ha optado por un encuentro «conjunto con Guanyem», una maniobra con la que cree que se trata de evitar que se hable de los problemas internos de Podemos.

Sánchez insiste en la «pérdida de confianza» de los militantes con la cúpula insular, que ha descuidado el partido desde alianza con los socialistas e insiste en la poca capacidad de los círculos locales para controlar a sus representantes en el Consell, que «no aparecen» por el partido o no lo hacen «para rendir cuentas, sino para comprobar que no se hace demasiado contrapeso» y acallar críticas.

Por su parte, Sánchez seguirá como concejal de Guanyem en Santa Eulària. Y defiende la coherencia de esta decisión, porque todos los que entraron en las listas de la coalición lo hicieron «como independientes», al margen de su filiación política o su movimiento social de procedencia. «Nuestra actividad política no está coordinada con Podemos», sino que hace año y medio se decidió que cada grupo municipal «sería autónomo», aunque compartan objetivos.