El Consell y Vías y Construcciones S.A., adjudicataria de las obras del acceso a Jesús, discrepan sobre la causa de los hundimientos y desperfectos de la carretera. La institución rechazó ayer, en una reunión con representantes de la empresa, recepcionar las obras hasta que se subsanen las deficiencias detectadas.

El informe encargado por el Consell para analizar las causas de por qué el nuevo pavimento se hunde en algunos tramos de la vía concluye, según avanzó la consellera insular de Territorio y Movilidad, Pepa Marí en el pleno del pasado viernes, que se han producido «deficiencias» en la ejecución de las obras y en los materiales empleados, supuestamente para abaratar costes.

Las obras fueron adjudicadas a finales de 2014 por el anterior gobierno del PP a Vías y Construcciones con un presupuesto de 1,4 millones de euros, casi un millón menos de lo previsto en la licitación

La constructora arreglará los desperfectos pero se niega a admitir la responsabilidad de los fallos en las obras de la carretera y, por tanto, a asumir su coste. Atribuye los desperfectos al proyecto, que, según defiende, se ha seguido y cumplido estrictamente. La consellera y sus técnicos sostienen, en cambio, que el proyecto, redactado la pasada legislatura, es correcto y que las anomalías se deben a una «deficiente ejecución», además del empleo de materiales no previstos en el mismo. Estas diferencias abren la puerta a que, si no hay un acuerdo, el asunto (el pago del arreglo de los desperfectos) se deba resolver en los tribunales.

A través de un comunicado, el Consell se limitó a informar de que los trabajos de reparación del firme consistirán en «el saneamiento de las zonas levantadas [levantar y reparar] y el posterior reasfaltado completo del tramo». Por el momento, en la reunión de ayer no se cerró el calendario de ejecución de las obras. El Consell tampoco maneja ninguna previsión de cuándo podrá finalmente, una vez subsanadas las deficiencias, firmar el acta de recepción.

Retraso considerable

La travesía de Jesús, una obra complementaria del proyecto de ampliación del tramo de Ca na Negreta y las variantes, se ha convertido en un auténtico calvario para el equipo de gobierno. La primera fase del proyecto que tenía que ejecutarse en sólo 45 días se prolongaron durante siete meses por diversas razones, causando un grave perjuicio a comerciantes y vecinos. Culminaron a principios de julio. Y, a la espera de que se arreglen los desperfectos que aparecieron poco después, aún no se han dado por acabados los trabajos.

La constructora ha exigido al Consell el pago de una indemnización por los daños y perjuicios que le ocasionó el retraso en la ejecución de la primera fase de las obras, motivado, primero, por la excavación del yacimiento arqueológico hallado y, segundo, por los cambios introducidos sobre la marcha para conectar viviendas a la red de saneamiento.