La Comisión de Medio Ambiente de les Illes Balears, dependiente del Govern, ha emitido un nuevo informe sobre la nueva plataforma de aviones del aeropuerto y las expropiaciones previstas en la zona noreste, que concluye que el proyecto «no tendrá impactos ambientales significativos». Este proyecto ya había sido analizado por el mismo organismo en dos ocasiones anteriores y había hallado carencias en la documentación aportada, por lo que había solicitado que se completara.

Ahora, Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) ha contestado como promotor del proyecto a las consideraciones hechas en su momento tanto por la Comisión de Medio Ambiente del Govern como por el Consell de Ibiza, pero no ha modificado el documento.

Así, el órgano ambiental de la Comunitat Autònoma apunta, en sus conclusiones, que el Ministerio de Medio Ambiente debería valorar si las aclaraciones o cambios introducidos en el informe de contestación deberían incluirse en el documento ambiental, ya que hay una nueva alternativa en relación a la planta de aglomerado asfáltico. En concreto, AENA sostiene ahora que sería «ambientalmente más sostenible» instalar una planta temporal en lugar de utilizar la existente a una distancia de ocho kilómetros.

La Comisión de Medio Ambiente de les Illes Balears también recuerda que AENA debería disponer de un informe del Servicio de Planificación de la dirección general de Espacios Naturales y Biodiversidad del Govern. En este sentido, hay que tener en cuenta que el terreno donde se pretende ejecutar la obra se encuentra en zona periférica de protección del Parque Natural de ses Salines y está afectada por un área de prevención de riesgos de vulnerabilidad de contaminación de acuíferos elevada.

Ampliación de la zona de ´jets´

El proyecto consiste en adecuar la señalización y reorganizar la superficie de la actual plataforma de aviación general, con una ampliación de la capacidad de estacionamiento de aeronaves, que pasará de 42 a 58, la mayoría jets privados. Ocupará 80.000 metros cuadrados de superficie.

Dicha ampliación obedece, según ha explicado AENA en diversas ocasiones, al incremento de la demanda de transporte aéreo registrado en los últimos años en la isla.

Derribo de naves industriales

También se derribarán las edificaciones existentes (las antiguas naves industriales) situadas en la zona noreste del aeródromo, en una extensión de 16 hectáreas. En su momento, AENA tuvo en cuenta el informe de Patrimonio del Consell y decidió dar marcha atrás al derribo de los ocho elementos etnográficos situados en el entorno del espacio aeroportuario.

Anteriormente, la Comisión de Medio Ambiente de les Illes Balears había solicitado a AENA un estudio de alternativas técnicamente viable, no sólo de ubicación de la plataforma sino también de ejecución del proyecto, incluyendo la alternativa cero (no hacer nada). Sin embargo, AENA ha respondido al organismo de control ambiental balear que «no existen alternativas en cuanto a ubicación, dado que el proyecto se limita a llevar a cabo la planificación aeroportuaria aprobada y que, de no hacerlo, supondría el incumplimiento del Real Decreto 862/2009, lo cual podría forzar la prohibición de las operaciones en esta plataforma.

El Consejo de Ministros aprobó el pasado viernes el Documento de Regulación Aeroportuaria que incluye este proyecto, presupuestado en 16 millones de euros.