­La crisis interna de Ciudadanos en Ibiza se lleva por delante al coordinador de la agrupación de Vila, Raúl Cuesta, y deja seriamente dañada la imagen de la formación de Albert Rivera en la isla. La ejecutiva regional de Ciudadanos en Balears ha decidido expulsar a Cuesta por revelar a través de los medios de comunicación, en lugar de transmitirlo al correspondiente órgano de dirección, el malestar de algunos militantes y simpatizantes del partido naranja en la isla por la elección de los candidatos de Ibiza a las Cortes.

Raúl Cuesta destapó que había un descontento por la falta de transparencia en el proceso de designación de los representantes de la isla en las candidaturas de las elecciones del 20 de diciembre: el de la exdirigente del PP Maite Planells como candidata de Ibiza al Congreso de los Diputados (ocupará el número 4 en la lista balear) y el de Irene Torres, hija del presidente de la Cámara de Comercio de las Pitiusas, Vicent Torres, que también se ha afiliado, como cabeza de lista al Senado.

El coordinador de Ciudadanos en Ibiza también dijo públicamente que había recogido quejas por la falta de información sobre el sistema de constitución de las juntas directivas de las futuras agrupaciones de Sant Josep, Sant Antoni y Santa Eulària y el temor de que no hubiera igualdad de oportunidades entre todos los aspirantes.

Una portavoz de la dirección regional de Ciudadanos explicó ayer a este diario que como Cuesta aún no ha cumplido los seis meses de antigüedad en el partido se había decidido «revocar su afiliación», como si no hubiera superado un periodo de prueba, debido a sus declaraciones públicas, en las que además cargó contra compañeras del partido. «El ADN de nuestro partido es la no confrontación. Queremos paz, concordia», justifica la portavoz de la ejecutiva.

Seis meses de prueba

En concreto, en lugar de abrir un expediente de disciplina, la ejecutiva regional ha aplicado el artículo 2.2 de los estatutos sobre los afiliados, que dice lo siguiente: «La cualidad de miembro del partido se adquiere a solicitud del interesado y previo acuerdo del comité ejecutivo o de la comisión ad hoc que este designe en cada caso. Una vez aceptada una solicitud de afiliación, se establece un periodo de carencia de seis meses durante el cual el comité ejecutivo podrá acordar de manera motivada revocar su aceptación».

Con la salida forzada de Cuesta del partido de Albert Rivera, la agrupación de Vila pierde la figura del coordinador, el número 1 en el organigrama, y no tiene suficientes miembros para constituir una junta directiva. Los estatutos del partido recogen que la dirección de una agrupación debe tener un mínimo de cinco personas y con la expulsión de Cuesta, la de Vila se queda con solo cuatro. La portavoz de Ciudadanos no concretó los pasos que se llevarán a cabo a partir de ahora para recomponer la directiva de la formación en Ibiza. Al parecer, la secretaria de Ciudadanos en Ibiza, Maite Planells, que con la expulsión de Cuesta gana el pulso entre ambos, se pondrá al frente provisionalmente de la formación, según prevén las normas del partido, hasta que se convoque el proceso de elección de la nueva directiva.

Cuesta, que apenas llevaba unos meses como coordinador de la agrupación de Vila, aseguró a media tarde de ayer que no había recibido ninguna comunicación de la ejecutiva sobre su salida. «No puedo decir nada sobre algo de lo que no tengo conocimiento», se limitó a decir Cuesta.

En declaraciones a Diario de Ibiza, el delegado territorial de Ciudadanos, Fernando Peguero, el número 1 en la jerarquía de la formación en Balears, calificó hace dos días de «berrinche de niño pequeño» la reacción de Cuesta. Este último respondió a través de este rotativo que no es un niño y «sí un hombre sincero y responsable con la obligación de defender los derechos de los afiliados tal como recogen los estatutos», aparte de destacar que lleva meses sin recibir una llamada de Peguero.