La presidenta de la Asociación de Construcción de la Pimeef, Consuelo Antúnez, insiste en que las instituciones deben dotar a sus plantillas de más inspectores para denunciar empresas ilegales porque «son rentables», ya que con el dinero recaudado con las sanciones se aumentarían las arcas públicas.

A pesar del incremento de las obras que están ejecutando las constructoras de la isla y de las buenas perspectivas económicas que permite al sector mostrarse «optimista», el principal problema que amenaza su actividad sigue siendo el mismo: «La competencia desleal».

«Nos encontramos con personas que ni siquiera han dado de alta una empresa, pero que hacen chapuzas o incluso proyectos importantes; compañías que tienen a trabajadores sin contrato y las hay que no tienen nada en regla», critica Antúnez.

Como cada año, la asociación reclama más inspectores para frenar la proliferación de estas empresas, que han aprovechado el contexto de recesión para hacerse un hueco en la isla.

Menos beneficios

Aunque la economía experimenta una recuperación, la presidenta de las constructoras de la Pimeef destaca que «se construye y se paga ahora más barato que hace unos años», por lo que los beneficios se han reducido y las empresas no pueden ajustar más sus presupuestos trabajando de forma legal.

Por esta razón, Antúnez valora la campaña del Govern balear de inspección laboral para detectar situaciones de abusos o de precariedad. «Parece ser que ahora va a haber un montón de inspectores laborales para controlar la contratación irregular. Espero que en octubre o noviembre lleguen más», agrega la presidenta de la patronal.