­El juicio por denuncia falsa contra el ex secretario general del PSOE de Ibiza Roque López y su antiguo abogado, Andrés Tuells, comenzó ayer en el juzgado de lo penal número 1 de Ibiza con el reconocimiento por parte de este letrado de que la abogada Ascensión Joaniquet «si bien abonó físicamente» parte de la deuda contraída por la esposa del juez José Espinosa con una acreedora, «no pagó dicha cantidad de su propio bolsillo». Se trata de un matiz con el que Tuells trata de protegerse. Aun así, no se retractó y sostuvo que su denuncia «no fue absolutamente falsa ni por asomo» pues, según afirmó, esos pagos permitieron a la abogada contar «con ascendiente», es decir, influencia, sobre el magistrado que en esos momentos instruía el caso Ibiza Centre. López y Tuells se escudaron en esa deuda saldada para presentar una querella por prevaricación y cohecho contra Espinosa, el primer juez que instruyó el caso Ibiza Centre, y la abogada Ascensión Joaniquet, defensora de la mayoría de los cargos socialistas imputados en esa causa. El Tribunal Superior de Justicia de Balears dictó posteriormente el sobreseimiento libre de esa causa, del que deriva el juicio iniciado ayer por denuncia falsa.

Para sorpresa de todos los presentes, Andrés Tuells aseguró que «jamás» había acusado a Ascensión Joaniquet de abonar esa cantidad de su propio bolsillo: «Es incuestionable que pagó físicamente. Pero nunca dije que lo pagara de su propio pecunio. ¡Cómo voy a decir eso!», exclamó, lo que provocó un par de respuestas irónicas por parte de la fiscal y de uno de los abogados de la acusación, que no daban crédito.

Por su parte, Roque López intentó descargarse de culpas al presentarse como un títere en manos de Tuells, a quien responsabilizó de pergeñar e inducir la presentación de la querella contra Espinosa y Joaniquet. López declaró que la idea partió de Andrés Tuells y que antes de presentar la denuncia en los juzgados no vio ningún documento que acreditase el supuesto cohecho ni la prevaricación. Al respecto, la fiscal Bárbara Moreno preguntó a Tuells si le había enseñado esa documentación (compuesta por varios recibos) a López, a lo que el abogado no respondió con claridad: «No lo recuerdo, supongo que sí». Tanto los abogados de la acusación como la fiscal insistieron en numerosas ocasiones en que Tuells dilucidara de quién había partido la idea de presentar la denuncia contra la abogada y el juez, pero casi siempre salía por peteneras: «Yo aconsejé a López. Y él admitió mi consejo». Fue lo máximo que consiguieron que reconociera Tuells, que logró exasperar a todas las partes con su recalcitrante estrategia de reiterar (hasta una decena de veces) preguntas que la juez, May El Youssef, consideraba impertinentes o improcedentes y de enfrentarse con vehemencia -a veces como si él fuera el magistrado que presidía la vista- con la acusación y la fiscal.

Dada esa «versión diferente de los pagos» ofrecida ayer por Tuells en la sala, la fiscal consideró conveniente que Roque López respondiera entonces si antes de presentar la denuncia por prevaricación y cohecho su abogado le explicó detenida y nítidamente «que el dinero con el que se saldó esa parte de la deuda no había salido del bolsillo de Ascensión Joaniquet sino de la esposa del juez para que lo recogiera la acreedora». López fue tajante: «No. Solo me dijo que se realizaban esos pagos desde el despacho de Ascensión Joaniquet».

«Me usó de cabeza de turco»

López aseguró que Tuells tenía prácticamente preparada la denuncia cuando le visitó un sábado del mes de febrero de 2009. La denuncia fue presentada el lunes siguiente: «Estoy convencido de que me usó como cabeza de turco en esta trama», dijo. Poco después, López confesó, a preguntas del abogado defensor del juez Espinosa, Juan María Ormazábal, que si pudiera dar marcha atrás «no volvería a presentar la denuncia». «Soy consciente del daño hecho a Joaniquet y Espinosa. Y me arrepiento», aseveró.

Aconsejado por su actual letrado, Salvador Ferrer, Roque López no contestó a las preguntas de Andrés Tuells, que además de acusado en la causa se defendió a sí mismo, lo que ocasionó escenas «kafkianas», en palabras del abogado Ormazábal, y por momentos hilarantes.

Roque López detalló durante el interrogatorio al que fue sometido que «todo lo recopiló Tuells», ya que el ex secretario general de los socialistas pitiusos vivía en Sevilla en aquella época. En ese sentido, aseguró que poco antes de la interposición de la denuncia contra Joaniquet y Espinosa solo dispuso «de la información verbal» que le proporcionó su abogado: «No vi ningún documento. No vi físicamente los cuatro recibos», detalló en la sala, en la que estuvo arropado por su mujer y su hija.

«No tenía dinero ni ganas»

«Tuells me dijo -añadió Roque López- que se haría cargo de todos los gastos. Yo le advertí de que no tenía ni dinero ni ganas». Su entonces abogado le dio «seguridad absoluta» de la veracidad de los hechos que presentarían para denunciar a la abogada y al juez, de los que posteriormente el TSJB dijo que no existía atisbo alguno de delito, salvo el de la posible denuncia falsa por parte de Tuells y López. El ex secretario general de los socialistas ibicencos reconoció que «aceptaba» todo lo que le contaba su abogado por su desconocimiento de las leyes. Se fio de él como, según contó, se fía de lo que le receta un médico: «Tuells es un profesional y yo le creí», alegó. «Me quedé satisfecho con el relato que me contó -subrayó luego- y porque él me dijo que también firmaría la denuncia». Es más, Tuells le terminó de convencer con el siguiente razonamiento: «No me jugaría la carrera si no estuviera seguro de esto».

Sobre las consecuencias del sobreseimiento libre que dictó el TSJB, López afirmó que solo las conoció cuando cambió de abogado. Ni siquiera sabía, según aseguró López, que el recurso fue presentado solo en su nombre, de manera que las costas solo recaerían en él: «Me fie a pies juntillas de mi abogado».

¿Se considera engañado, conducido por un camino equivocado y sin que le informaran de los hechos tal como eran?, le preguntó su letrado, Salvador Ferrer: «Sí», admitió López cabizbajo.

Tuells cuestionó el auto del sobreseimiento libre del TSJB, en el que se subrayaba que en ningún momento hubo dádiva por parte de la abogada Joaniquet a la mujer del juez Espinosa. A su entender, en él se hacen «unos juicios de valor erróneos; respetables pero erróneos». Ormazábal le recriminó que pese a ese sobreseimiento no hubiera «dado dos pasos atrás» para retractarse «de su infamia» contra el juez Espinosa: «Me llama infame. [...] Ese juicio de valor no se lo admito», respondió cabreado Tuells, que no quiso contestar si cuando compró la deuda de la esposa de Espinosa explicó a la acreedora el uso que pensaba dar a esos recibos. «Parece mentira que usted sea letrado», le espetó Santiago Joaniquet, letrado de su hermana, cuando Tuells se negó repetidamente a responder.

«Grave indefensión»

El abogado acusado reiteró decenas de veces que la denuncia falsa que se le imputa carece de fundamento y no es tipificable, y ante las reiteradas llamadas de atención de la jueza para que no divagara («céntrese en el objeto del juicio», le dijo numerosas veces) debido a las continuas protestas de la acusación por la impertinencia de sus preguntas o por sus digresiones, Tuells advirtió de que sentía una «grave indefensión», por lo que no hay que descartar que use ese recurso para intentar cuestionar de nuevo la validez del juicio.

La vista prosigue esta mañana a las 9.15 horas con las declaraciones de varios testigos, entre ellos el juez José Espinosa.