Una veintena de activistas del Grup d´Estudis de la Naturalesa (GEN) y del colectivo Tagomago Parc Nacional desembarcaron ayer en este islote de Santa Eulària para exigir en rueda de prensa la demolición del quiosco allí existente, en cumplimiento de la sentencia dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) en 2004. Los ecologistas pidieron al Ayuntamiento de Santa Eulària y al Consell de Ibiza que soliciten a los juzgados «la inmediata ejecución de la sentencia que obliga a demoler el quiosco, al ser ilegal y no estar amparado en ninguna normativa».

«Solo de esta manera se conseguirá garantizar que no habrá un beach club en el islote en un futuro cercano; confiar en otras posibilidades para impedirlo es un ejercicio totalmente ingenuo», señala el manifiesto que leyó el GEN en el islote. El propietario de Tagomago, el empresario inmobiliario Matthias Khün sostiene que no existe ninguna obligación de demoler, como demuestra la concesión del quiosco otorgada por la Demarcación de Costas.

La comitiva ecologista se reunió sobre las diez de la mañana en la playa de Pou d´es Lleó para embarcar en tres lanchas y una decena de kayaks, que pusieron rumbo al islote, en cuyo muelle desembarcaron sin ningún incidente.

Los ecologistas mostraron a los periodistas la ampliación sufrida por esta instalación así como los bloques sumergidos casi a nivel de superficie que impiden el amarre de barcas en la cara exterior del muelle; la propiedad niega la ampliación y dice que se han limitado a reparar el muelle y que los bloques no los colocaron ellos y que llevan años allí. A continuación los participantes pasaron al lado del quiosco, que a esas horas no presentaba actividad alguna, y luego se encaminaron por la carretera hacia el faro, situado en el extremo más meridional. Sin abandonar en ningún momento terrenos de titularidad pública, los ecologistas desplegaron en el faro una pancarta con el lema ´Tagomago per al poble de Eivissa´, el mismo que había usado el GEN en 1984 cuando ya realizó un desembarco parecido para protestar por la construcción de la actual vivienda.

Retirada de las boyas

En el manifiesto que leyó el presidente del GEN, Joan Carles Palerm, se pide también «la retirada de las «mal llamadas boyas ecológicas» que se han instalado en la bahía de Tagomago», por el daño que causan a la posidonia y la privatización «de facto» de este espacio. Asimismo, reclaman «la denegación por las instituciones, ahora y en el futuro, de cualquier petición que hagan los explotadores de este islote para cualquier uso o actividad que vaya en contra de la preservación de los valores naturales del islote». «Ningún otro fondeo, ni solarium, ni plataforma flotante, ni quiosco, ni nada parecido debe volver a ser tramitado jamás en Tagomago», afirma el manifesto.

Aparte de solicitar a la Fiscalía de Ibiza «la contundencia que no ha demostrado hasta ahora» en este asunto, piden la «máxima severidad» a los jueces que tramitan las denuncias penales sobre Tagomago.

Más rotundo se expresó el GEN al referirse a Khün: «Pedimos que sencillamente se vaya de Tagomago y de Ibiza si no es capaz de convivir en armonía con los valores naturales de los que está rodeado y si continúa mostrando una actitud prepotente e intolerable».

De hecho, el empresario alemán hizo acto de presencia cuando la protesta ya finalizaba. A la altura del quiosco, interceptó a los periodistas que bajaban por el camino hacia la lancha para regresar a Ibiza. Al tiempo que fotografiaba a todo el grupo con una cámara, les exigía que se identificaran, a lo que se negaron los informadores recordando que estaban en zona de dominio público. También afirmaba Khün que por el camino asfaltado del faro tampoco se podía transitar. Empleados del empresario advirtieron a los ecologistas de que serían denunciados «por haber entrado en una propiedad privada», acusación que los responsables del GEN negaron categóricamente alegando que en todo momento pisaron suelo público.

Fiestas nocturnas

El presidente del colectivo vecinal Tagomago Parc Nacional, Lluís Ferrer, aseguró que «las fiestas nocturnas han continuado celebrándose en el islote» desde que se tuvo lugar el concierto en la vivienda el 27 de agosto. También afirmó que los despegues y aterrizajes del helicóptero que suelen usar Kühn, su pareja y sus invitados son «constantes» durante los meses de verano. Según dijo, utilizan para aterrizar en Ibiza un descampado que hay junto a la torres d´en Valls, enfrente del islote.

Precisamente, estas actividades y el ruido que causan es motivo de preocupación para el GEN, por los daños que puede causar a la colonia de halcones de Eleonor de Tagomago, «la tercera colonia más importante de España» en número de individuos, unos 200, según afirmó el presidente de la entidad ecologista, Joan Carles Palerm, y uno de los valores científicos del islote.

El biólogo recordó que actualmente «el halcón está en plena época de nidificación» en Tagomado y señaló que estos ruidos ahuyentan a las aves de sus nidos, con lo que pueden tirar los huevos fuera de forma accidental, perdiendo así muchos polluelos. «Cada vez que despega o aterriza el helicóptero puede perderse algún huevo», afirmó Palerm, quien consideró que por este motivo ya se está reduciendo la población de halcón de Eleonor en Tagomago.