La fiesta del domingo en las instalaciones del antiguo polvorín militar de Santa Gertrudis, que ha originado protestas de los vecinos y un expediente de infracción por parte del Ayuntamiento de Santa Eulària, fue una celebración «privada y puntual» que «no se volverá a repetir», aseguró ayer un portavoz de la empresa Ideas de Ibiza, que adquirió el recinto cuando el Consell lo puso a la venta.

El evento, inspirado en la película ´Eyes wide shut´, de Stanley Kubrick, que protagonizaron Tom Cruise y Nicole Kidman, se organizó con motivo del aniversario de uno de los propietarios, que cumplía 50 años, y también como presentación social de las instalaciones. «Pedimos disculpas a los vecinos por los posibles problemas, pero les garantizamos que no tienen ningún motivo de preocupación porque en el polvorín no habrá ninguna actividad de discoteca ni de hostelería», sino que estará enfocada a «todo tipo de actividades culturales e incluso con eventos para niños», aseguró el citado portavoz, Manuel Mesa.

Los organizadores sostienen que no se invadieron terrenos de ningún vecino y que si se cortó el camino y se produjo algún colapso de circulación fue «por la actuación de la Policía Nacional» que montó un control «ordenado desde Madrid». En cambio, elogiaron la actuación de la Policía Local de Santa Eulària, «que favoreció el evento al agilizar el tráfico».

«Evitar situaciones de tensión»

El grupo del PSOE-Pacte en el Ayuntamiento de Santa Eulària considera una «irresponsabilidad» que el alcalde, Vicent Marí, no ordenase el desalojo de la fiesta «ilegal» celebrada en el polvorín el domingo, mientras que el gobierno municipal sostiene que no lo hizo porque la propia Policía Local recomendó no parar la fiesta para evitar «situaciones de tensión».

La oposición progresista recordó ayer que hace pocos meses el Ayuntamiento aprobó una reforma de las normas urbanísticas municipales que recoge «de forma muy explícita» la prohibición de la celebración de cualquier tipo de fiestas a partir de la medianoche y la posibilidad de ejecutar la «medida provisionalísima» de clausurar este tipo de eventos. La fiesta -insiste el PSOE-Pacte- provocó «graves molestias» a los vecinos y puso en peligro la seguridad de los asistentes y del entorno por el riesgo de incendios, debido a la proximidad de una zona boscosa. «Fue un auténtico after hour en un lugar en el que la aglomeración de personas puede ser muy peligrosa al tratarse de un túnel estrecho y sin salidas de emergencia», afirma.

El equipo de gobierno de Santa Eulària rechaza las críticas de la oposición y defiende que en este caso se actuó en todo momento «con criterios profesionales y primando la seguridad», tratando de «minimizar los problemas para los vecinos» y «garantizando una actuación rápida para ayudar a los servicios de emergencia en caso de que se hubiera producido algún incidente». «Interrumpir la celebración y evacuar el recinto podría haber generado situaciones de tensión y puesto en peligro a los asistentes y a los mismos agentes», recalca en un comunicado difundido ayer.

Los responsables municipales sostienen que no habían tenido ninguna constancia ni denuncia previa de la convocatoria de la fiesta del polvorín y reprochan al PSOE-Pacte que no hubieran informado de ella si estaba al corriente de su celebración.

El Ayuntamiento ha abierto un expediente sancionador en el que ha recopilado toda la información disponible y que propondrá las «medidas adecuadas que contemple la ley para sancionar este tipo de conducta y evitar que se vuelva a repetir, incluyendo (siempre que la normativa lo permita) el precinto del recinto del polvorín».