El propietario de la joyería Gibert Joiers de Vila denunció ayer en la comisaría de Ibiza el robo de alrededor de medio millón de euros en joyas el pasado fin de semana en su establecimiento, al que los ladrones accedieron después de hacer un butrón.
Según la denuncia, los delincuentes entraron en la trastienda a través del cuarto de contadores de la luz situado junto a una escalera, tras hacer un agujero de aproximadamente medio metro de ancho y algo más de un metro de largo. Primero bloquearon el sistema de alarma y después colocaron dos sombrillas en las cámaras de seguridad antes de entrar en la tienda.
El propietario sospecha que los ladrones son un grupo bastante profesional, dado su modus operandi, puesto que separaron oro y plata en las bandejas. No consiguieron abrir una caja fuerte ni acceder a las joyas expuestas en el escaparate, que cuenta con otro sistema de alarma.
El máximo responsable del establecimiento cerró el negocio el sábado a las 14.30 horas y pretendía volver a abrirlo ayer a las 9.30 horas. La joyería está situada en el número 2 del pasaje Castaví, perpendicular a la avenida de Isidor Macabich, cerca de la oficina de Correos.
En la denuncia, el propietario constata que los objetos sustraídos eran principalmente joyas, como pendientes, pulseras, anillos, gargantillas y alianzas. Además, los ladrones también se llevaron algunas joyas de oro y otras piezas de este metal precioso que estaban preparadas para ser fundidas.
La valoración económica de los objetos sustraídos es provisional, a la espera de que se elabore una relación detallada en base al inventario del establecimiento.
Agentes de los equipos de la Policía Judicial y Científica de la comisaría de Ibiza recogieron pruebas en la joyería ayer por la mañana. Al parecer, no encontraron ninguna huella digital, por lo que sospechan que los delincuentes podrían haber utilizado guantes. Sí recogieron huellas de los zapatos. Un obrero tapó el butrón y el propietario espera poder abrir el negocio pronto, después de dos días (ayer y hoy) en los que ha permanecido cerrado a causa de lo sucedido.
