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Pilar Ribas

Tribuna

Pilar Ribas

El Consell, del rosa al blanco

Hace poco tiempo que el gobierno del Consell ha hecho balance de su trabajo en estos de tres años. Pero la verdad es que los resultados que afectan directamente al municipio de Sant Josep brillan por su ausencia. Y me explico: ¿de qué sirve que las escoletes del Consell sean gratuitas cuando en este muncipio nuestro no hay ni habrá ninguna de ellas?¿Que Vicent Marí prometió que recuperaría la gestión de las residencias? Pues seguimos sin tener ninguna para los mayores de Sant Josep ni visos de que llegue.

Espero que no sea un castigo a nuestra ciudadanía por equivocarse de voto en 2019 y no elegir la papeleta que tocaba. Nuestra ciudadanía merece un mejor trato y una mayor atención por parte de la máxima institución insular. Resulta difícil de entender que ignore las necesidades del municipio más grande de la isla y con ello, a una cuarta parte de los ibicencos e ibicencas.

Hemos llegado a repasar las rotondas del municipio a ver si en alguna había aparecido uno de esos letreros al acero corten. Incluso de noche, aprovechando que se iluminan. Pero no, nada. Tampoco nos ha aparecido ninguna nueva glorieta por arte de magia. Y eso que las prometieron en varias intersecciones de la carretera desde Sant Josep a Sant Antoni, un punto negro toda ella. En cambio en otros sitios sí que estrenan. Dos en Sant Carles, sin ir más lejos. Y otra más lustrosa aún en la carretera des Canar. Y la que han anunciado de los Cazadores.

Las de nuestro municipio no están en los planes del Consell. Mucho menos la variante que necesita Sant Josep, colapsado por el tráfico hacia Cala d’Hort, es Cubells o Platges de Comte.

No es envidia, es necesidad.

Igual de vital que una política de aguas propia para la isla. Pero así seguimos. Tres años después, estamos tan cerca de esa agencia insular que nos prometió como el primer día. ¿Será porque así, sin una gestión común, en algunos lugares de la isla pueden mantener el precio del recibo bajo a base de esquilmar sus pozos y acercarlos a su salinización? No estoy dispuesta a aceptar que este tema sólo le preocupe al único municipio que recibe todo su consumo de las desaladoras sin tener ninguna en su territorio.

Sí que reclamamos, incluso con varias mociones de pleno, que nos ayudaran con el drama de los Don Pepe. Costó, pero es cierto que el Consell se ha puesto de nuestro lado con unas ayudas de más de 300.000 euros que ya se han repartido a las familias afectadas por el deterioro de un edificio que supone un peligro. Las podían haber repartido desde la institución insular, aunque después de la experiencia de la pandemia, no extraña nada que confiaran más en las únicas cuatro trabajadoras sociales de Sant Josep, que han demostrado una capacidad excepcional para gestionar toda esta emergencia sin dejar de desatender al resto de la población, y sin colas.

En todo lo demás, Vicent Marí ha sido muy rácano con Sant Josep. Por no pagar un canon de 6.000 euros anuales a Costas dejó perder una inversión de dos millones de euros que habría permitido soterrar cinco kilómetros de tendidos aéreos en ses Salines y ganar un gran sendero turístico para poner en valor el Parque Natural. Nos habríamos conformado con que aceptara el solar que le ofreció (gratis) el Ayuntamiento para ubicar un parque de bomberos que permita reducir el tiempo de reacción ante cualquier emergencia. Pero aunque haga falta, no estará en Sant Josep.

Con suerte a los josepins i josepines nos asfaltan la carretera principal. Porque las grietas ya son abisales y sólo después de haber acabado con las palmeras, no fueran a dar algo de sombra por casualidad. Pero ni hablar de aumentar el servicio de bus para animar a usar el transporte público y olvidarse del calvario de circular en coche en muchos puntos de nuestro municipio. Por lo visto los autocares sólo los usan esos turistas esnobs que, según Javier Torres, los prefieren al taxi, así que en Cala de Bou volveremos a estar sin transporte público cuando cierren los hoteles. Como Cala Tarida, Cala Vedella y todos esos sitios del municipio en los que no vive nadie.

Así que el presidente más municipalista de la historia, ha resultado ser un fiasco para la población de nuestro municipio. Hoy nos hemos enterado de que el Consell se hará cargo de la adquisición del cine Torres en Sant Antoni, una infraestructura insular más en otro municipio que, aun siendo de los más visitados por los turistas de toda la isla, no tienen ninguna instalación que dependa de dicho organismo: ni piscina, ni polideportivo, ni auditorio, ni teatro… no existimos para el equipo de gobierno del Consell. Es por eso que desde este espacio que se me presta, reivindico para nuestro municipio, como poco, un trato igual que al del resto de los municipios donde se realizan inversiones en infraestructuras insulares. Estos tres años que para Vicent Marí han sido color de rosa, para Sant Josep acabarán en blanco.

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